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miércoles, 2 de noviembre de 2016

AMARELA. LA SENCILLA MAGIA DE UNA VOZ.



 Serie: Los conciertos del Trechuro


Mientras en la mayoría de nuestros más habituales lugares ajenas costumbres se apoderan de calles y locales, en el pequeño reducto que supone la Taberna cultural “El Trechuro”, en Castrillo de los Polvazares, se para el tiempo en torno a voces y músicas que a menudo nos emocionan. Como ocurrió el pasado sábado 29 de octubre con Amarela, una cantante venida de tierras murcianas que llegó para sorprendernos con la limpieza de su voz y el calor de sus letras.
Lejos quedaba el ruido anticipado de costumbres halloweenianas (permítanme el palabro) en bares, escaparates y calles. Lejos “el ruido del televisor” que incita a tanta gente a quedarse en casa mientras la vida nos regala pequeños o grandes actos verdaderamente culturales capaces de sorprendernos y emocionarnos. Y por cerca de dos horas la sencilla magia de una voz y una guitarra nos hizo transitar, en un silencio casi religioso, por los caminos de “El viaje de la luz”, un magnífico trabajo musical de Amarela que, lleno de poesía, surge como un reflexión personal en la que va enlazando canciones propias con algunas versiones tan potentes como la de “La llorona”, canción popular mexicana (quizá la más versionada de todas ellas)con la que consiguió estremecernos a través de la fuerza de su voz y el alternado ritmo percutido creado por los golpes de su mano en la guitarra y de su desnudo pie en el suelo del escenario. Un momento musical difícil de olvidar para quienes pudimos vivirlo.
Pocas veces tan poco es capaz de ofrecernos tanto. Con una vocalización precisa, hecha una con su instrumento, inundó el espacio para impregnar a los oyentes del proceso de un viaje hecho para sanarse, para rescatarse a si misma a través de la música y la palabra compartidas en letras que hurgan en el alma hasta desnudarla, interpretadas con una voz inmensa en la que destaca su profundo color. A veces grito, a veces lamento, a veces susurro.
Y es que “Siempre lo más simple es lo más bello”.
Si Amarela se reencontró  a si misma en Oporto, aprendiendo a “vivir y respirar de sus errores”, el pasado sábado, en el Trechuro, nos llenó el alma de sentimientos y nos mostró que “todo sonido vibra y empieza por uno mismo” si somos capaces de liberarnos del ruido constante que acecha nuestras vidas.
Fue un concierto inolvidable que espero se pueda repetir muy pronto. Mientras tanto podéis localizarla a través de www.amarelamusic.com , aunque advierto que la magia y la fuerza de su directo son inigualables.  

viernes, 15 de abril de 2016

MANUEL BONILLA. Un luthier convertido en escritor. Su relato, "El viento y el árbol".

El pasado sábado, tras una entrañable y estupenda (por la compañía) presentación de mi libro "Días impares", en el Trechuro, de Castrillo de los Polvazares, enlazamos con el filandón que Álvaro había preparado para esa noche. Una temática siempre sugerente: el mundo de los árboles, en forma de relato, poema e incluso canción. Fueron muy diversas las aportaciones, y todas ellas muy interesantes. Pero uno de los momentos más mágicos de la noche fue aquel en el que Manuel Bonilla, Manu, nuestro luthier, músico, etc., etc., quiso compartir con todas las personas presentes el relato que había escrito para la ocasión esa misma mañana. 
Fue increíble. El silencio se hizo en la Taberna y todo el mundo quedó prendido de sus palabras. 

A mí particularmente me gustó muchísimo, así que le he pedido permiso para compartirlo  a través de mis redes. No  contaréis con la magia de su voz. Pero si buscáis el ambiente adecuado seguro que os emocionará tanto como a quienes estuvimos alli. 

Lo acompaño con una foto invernal de una de las paleras (sauce) de Castrillo de los Polvazares. No podía ser de otra manera. 

Gracias, Manu, por tu regalo. 


El VIENTO Y EL ÁRBOL.
De Manuel Bonilla.
Al viento le encantaba jugar entre las ramas de aquel árbol, y más ahora en primavera, cuando sus ramas se vestían con hojas de un verde luminoso que alegraba el paisaje. Pero a veces lo veía triste o enfadado.
VIENTO: ¿Qué tienes, árbol mío, que a veces se te mustian las ramas? ¿Acaso te faltan el agua o el sol? ¿Es pobre la tierra en la que hundes tus raíces?
ÁRBOL: No me pasa nada... o sí, no sé...
Y lloró un poquito.
     A: Mira mi tronco, torcido y sin fuerza, no apunta hacia el cielo como el de los majestuosos pinos
      V: Es que no eres un pino... ¿estás triste porque te gustaría ser pino?
      A: No se... quizá sí... se los ve tan altos... ¡Y no se quedan desnudos como yo en el otoño! Siempre igual de fuertes, sí... eso me gusta.
       V: Tú no eres un árbol de hoja perenne, tú cambias, tienes otros ciclos. 4 Estaciones pasan por tí cada año y te cambian, y es hermoso verte mudar las hojas. Oh, qué soso sería el Otoño sin las hojas doradas alfombrando los bosques... ¿no crees?
      A: Si, es posible. Pero duele un poco cuando se caen, y duele también un poco cuando los brotes empiezan a romper...
Y lloró un poquito.
A: Tampoco doy fruto. Mira los manzanos de las huertas, los hombres los cuidan porque les encantan las manzanas, las comen con gusto, e incluso se las dan a los animales. Y las que quedan en sus ramas son la despensa de los pájaros y las ardillas en el invierno. ¡Eso sí que es ser útil!
V: Cierto es que son útiles y preciados por sus regalos los frutales, sí. Pero también es cierto que los pobres sufren lo suyo: podas, injertos, sulfatos... y cuando ya dan poco a veces los arrancan para plantar otros más jóvenes y vigorosos.
A: ya, también es verdad... a mí nadie me molesta... pero los hombres tampoco me cuidan.
También cuidan de los robles, altos, fuertes, y dan bellotas. Hasta su madera es buena. ¿Sabes que hacen cosas hermosas con ella?
Y lloró un poquito.
V: Bueno, sí, y eso a veces les cuesta la muerte demasiado jóvenes. Sobre todo cuando la usan para calentar sus hogares... ¿No habías pensado en eso?
A: Ay, sí, y eso a veces me pone tan triste...
Y lloró un poquito
V: acaso no lo recuerdas porque eras tan joven... pero fue un hombre del pueblo quien te plantó aquí. Ellos te aprecian mucho, aunque últimamente andan un poco perdidos y se han olvidado de tu importancia y la del resto de vosotros. Pero mira, aunque no des frutos, aunque no aprecien la madera de los de tu especie, aunque pierdes tus hojas en el Otoño, los hombres, y el resto de los habitantes del lugar disfrutan contigo. Puede que no sepan muy bien porqué, como puede que tú tampoco lo sepas, pero así es. ¿No te das cuenta?
A: bueno, sí... creo que sí. Pero no tienen motivos, ya lo has visto. Y a veces, cuando estoy así, me dan ganas de llorar, por todo: ganas de llorar cuando un polluelo rompe el huevo en un nido entre mis ramas, y lloro más si el polluelo se cae. Lloro cuando veo nacer las flores a mis pies, y lloro cuando las pisan. Lloro con demasiada facilidad... y cuando intento contenerme se me hace un nudo en el tronco, y se me atasca la savia, y entonces duele y me siento tan tonto... que me gustaría irme. Pero no puedo, jo, los árboles no andamos. Snifff. Si fuera un mirlo... ¡ellos cantan y vuelan! Yo ni ando, ni canto, ni doy fruto.
Y lloró un poquito.
V: Cantas, sí, cuando dejas que agite tus ramas. Cantan al Sol tus hojas. Canta el flujo de la savia en tu interior. Canta la Madre Tierra que te llena. Eres parte del Coro del Bosque. Y sólo tienes que Estar y Ser.
¿Tu fruto? Tu fruto es el gozo que das a quien a tu sombra se acerca, a quien tiene el privilegio de poder contemplar tu belleza, a quien sabe sentarse en silencio junto a ti. Goza el ciervo con las caricias de tus hojas bajas, el pájaro que canta enamorado y feliz de sentirte su hogar.
Y tus lágrimas... tus lágrimas son el agua de la Tierra que riega los corazones de los que a ti se acercan. Tienen la facultad de sanar heridas, de conmover a los espíritus endurecidos, de germinar las semillas que a tus pies descansan, y las que todos llevan en su corazón. Las semillas necesitan el agua para ablandar sus pieles, lo sabes ¿verdad? pero no sirve cualquiera. El agua de tus lágrimas es agua bendecida por la compasión, es agua cálida y amorosa que despierta la vida que en ellas duerme.
Y volar... vuela tu espíritu y las bendiciones que derrama. Yo llevo lejos tus semillas, tan lejos como no podrías imaginar. Y oyen de ti en los confines más apartados del bosque. No sabes cuánto das, cuánto acoges y cuánto consuelas. Todos te están tan agradecidos...
Entonces el árbol se dio cuenta de que poco a poco se habían ido acercando todos sus amigos, los animales que reptan, los que vuelan, los que caminan, incluso el paisano que solía sentarse a su vera para meditar tantos atardeceres... Y sintió su agradecimiento, y el agradecimiento, esa mágica llave, le conectó con la GRACIA de la creación, y lloró...
Y lloró, y lloró y lloró. Lloró a la vez de pena y de alegría. Y tanto lloró que tuvo que ahondar aún más sus raíces en busca del agua que nutría sus lágrimas. Y tan hondo y tan fuerte penetró la Tierra que rompió una roca enterrada. Y de la roca empezó a manar agua que salió poco a poco de entre sus raíces, y surgió la fuente que se convirtió en arroyo. Y el arroyo llegó hasta el río y el agua volvió a las aguas.
Desde entonces hablan las leyendas de una fuente sagrada, que nace a los pies de un árbol precioso al que van a gozar quienes tienen la suerte de conocerlo.

(Filandón sobre los árboles. Sábado 9 de abril de 2016
Taberna “El Trechuro”. Castrillo de los Polvazares. )

domingo, 13 de diciembre de 2015

"AIRES DE OTOÑO, AROMAS INVERNALES", CENA – FILANDÓN EN CASTRILLO DE LOS POLVAZARES, COMO ANTICIPO DE LA NAVIDAD.

¿YA TIENES PLANES PARA ANTICIPAR LA NAVIDAD CON TUS SERES QUERIDOS? ¿CON ESOS AMIGOS Y AMIGAS CON LOS QUE HACES TIEMPO QUE NO TE REUNES, CON LOS QUE SIEMPRE QUEDAS ANTES DE NAVIDAD PARA COMPARTIR CON ELLOS BUENOS MOMENTOS EN TORNO A UNA MESA? 

¡¡¡TE PROPONEMOS UN PLAN DIFERENTE!!!

El próximo viernes, día 18 de diciembre, el Mesón del Arriero, en Castrillo de los Polvazares, ofrecerá a quien os animéis a acercaros una cena muy especial.
En la línea de recuperar antiguas tradiciones de la tierra, su gerente y cocinero, Alfonso Botas, ha preparado un menú en torno a productos de la tierra que reúnen las tradiciones, aromas y sabores que podemos encontrar a caballo entre el otoño que se nos va, y el invierno que pide permiso a empujones, acompañado a los postres de un filandón.
Su buen hacer culinario nos ofrecerá una serie de estupendos platos preparados con mimo y esmero, aunando en ellos tradición y modernidad. 
  • Carpaccio de manitas de cerdo
  • empanada de matanza con ensalada verde
  • carrilleras de cerdo con crema de patata y estofado de setas
serán servidos a la mesa y regados con buen vino, seguidos de peras al vino con natillas caseras y café de puchero con bizcocho maragato como postre.
Y todo ello aderezado con los relatos que, ya a la sobremesa, llegarán de la mano de varios escritores que se dan cita para esta ocasión.
Nuria Antón "Airún", Manuela Bodas, Azarías de Leyre, José Ore y Chayo Roig,  me acompañarán en esta velada en la responsabilidad y el placer de poner el toque de filandón a esta cena a través de sus relatos que llevarán temáticas diferentes.
Dadas las fechas, puede convertirse en una estupenda ocasión para anticipar la Navidad junto a las personas con las que nos sentimos a gusto.
Para mayor comodidad de los asistentes, Alfonso Botas, ha establecido un número de comensales no demasiado amplio. Así, el disfrute del evento podrá ser más intenso por parte de todos.
Sin duda una buena ocasión para acercarse a Castrillo de los Polvazares y descubrir en este marco incomparable, otras posibilidades, tanto gastronómicas como culturales, por un precio asequible.
Las reservas, hasta el día 15, en el teléfono del restaurante 987 691 047.
¡NO LO OLVIDES!
"AIRES DE OTOÑO, AROMAS INVERNALES" en esta CENA-FILANDÓN. 
¡¡¡VEN A DISFRUTARLA!!!


jueves, 17 de septiembre de 2015

TALLER DE ESCRITURA CREATIVA EN CASTRILLO DE LOS POLVAZARES. Sobre la exposición "Tesoros Ocultos". 3º Ejercicio "Foto libre""

Ya llevábamos un buen rato trabajando cuando decidimos poner fin al taller con una última propuesta. Ahora fueron ellas mismas las que seleccionaron la foto con la que pensaban trabajar. las instrucciones eran las mismas. Cinco minutos para crear la historia y una simple cuartilla para trabajar. Ni más ni menos. 
A pesar del cansancio que ya empezaban a acusar, los resultados siguieron siendo muy dignos. y las historias creadas, las siguientes. 
Por la noche, en la jam sesion que los viernes suele improvisarse en el Trechuro, las tres mayores, nos improvisaron también un filandón con sus relatos. Su forma de contar tampoco desmereció de su forma de escribir, y puedo aseguraros que sorprendieron gratamente al público presente. 

Aquí os dejo sus historias con sus correspondientes fotos. 
   

Una estrella de seis puntas. Por Eco. 

FOTO: Carmen Redondo Navarro. 1º premio Categoría B
Seis chicas, seis manos unidas. El verano puede ser muy divertido cuando quieres. No fuimos nosotras las que elegimos el momento en nuestra vida en que nos conoceríamos. Yo conocí a la primera en León, y años después me la encontré, nos hicimos muy amigas. Mónica. Delicada, siempre con una sonrisa. Mi amiga bailarina. Después conocí a otras dos hermanas. Una, la menor, Laura, muy alta e irónica. Siempre se da cuenta de las cosas más remotas. Y Olivia, la mejor, nadie se puede comprar con ella. La loca más locatis. Y las mellizas, Celia y Carmen, iguales pero diferentes. Uní a Moni con Oli y Lau, y jugábamos por el pueblo. Conocimos a Alberto y María, dos hermanos. Después entró Luci, la pervertida del grupo. Milan mi antiguo enemigo y ahora uno de mis amigos. Poco a poco más gente se ha unido a este grupo de aventuras. Y a mitad de verano, de recuerdo, esta foto. Unidas por una misma estrella. Sin  embargo, nos esperan más fotos que contar, porque nuestra mistad va a durar por mucho tiempo. Sí, vamos a escribir muchas historias. 


Puertas abiertas. Puertas cerradas. Por Laura.

FOTO:Olivia Oña Botas . Premio Categoría C
Esas puertas, esas puertas siempre están abiertas para todo el mundo. Dejan que entre quien quiera, pero la
gente entra y no sale porque dentro de esas puertas de ese anciano siempre hay amor y cariño. Hay amabilidad y bondad. Por lo menos hasta el día que se llenaron de odio, de ignorancia y de egoísmo. Todo el mundo salió de allí, corriendo y las puertas se cerraron. Todos nos preguntábamos por qué, pero no hacíamos nada. Hasta que un día yo misma decidí ir a hablar con aquel anciano. Toqué la puerta y le escuché decir:
-    ¡no quiero visitas, vete!
Pero yo insistí y toqué la puerta hasta que me abrió y me contó su historia. Se estaba muriendo. Estaba enfermo. Yo se lo conté a los demás y nosotros le abrimos nuestras puertas dándole cariño y amor para que se recuperase. Él, al final, abrió sus puertas. Pero no duraron mucho abiertas. El anciano cerró los ojos y no los volvió  abrir.


Brujería. Por Oly

FOTO: Sara Gutiérrez. 3º premio Categoría D
Hace frío, me duelen mucho las muñecas por las fuertes ataduras que llevo, miro por la pequeña ventana sellada por barrotes, esperando mi fin.
Cuando llega un hombre alto que me empuja delante de él, salgo de la pequeña cárcel. 
La gente me mira con horror, con odio, me tiran frutas viejas y verdura podridas. 
Me acusan de bruja. Camino hasta llegar a la gran plaza, me atan a un gran crucifijo que hay en el centro, con la intención de que Dios purifique mi alma mediante el fuego, estoy rodeada de paja que arde rápidamente.
Miro a la familia que me cuidó. Están tristes. Anochece. Empiezo a tener calor. Mis ropas empiezan a quemarse y con ellas yo. Grito desesperadamente y, cuando llega mi fin, miro al cielo estrellado y veo que, con mi muerte, está naciendo una estrella.




La puerta. Por Mónica de la Cuesta

FOTO: Mónica de la Cuesta González. 2º premio Categoría B
Paso por una pequeña puertecita que tiene un balcón encima. Es pequeña, pero parece ocultar muchos misterios. Quizá fuera testigo de la dulce historia de amor de unos adolescentes. O de la tragedia de una muerte quizá natural o por un asesinato. Decido inventarme yo su historia. Será la de una familia, sí.  Y tendrá un final feliz. Tendrán una hija adolescente que conocerá  a su amor. Puede que se casen y que se vayan lejos, pero luego volverán con sus familias a este pequeño pueblecillo.
Despierto  y me doy cuenta de que me había quedado dormida imaginando la historia de esta pequeña puerta. Quién sabe lo que podrá haber pasado allí.
Decido hacerle un foto, así cuando me acuerde de esta puerta y mire la foto me acordaré de esta tarde de verano sentada en el poyo de un antiguo pueblecito imaginando historias.

ESPERO SINCERAMENTE QUE HAYÁIS DISFRUTADO. FUE UNA TARDE - NOCHE ESTUPENDA.

martes, 8 de septiembre de 2015

TALLER DE ESCRITURA CREATIVA EN CASTRILLO DE LOS POLVAZARES. Sobre la exposición "Tesoros Ocultos". 2º Ejercicio "Las ruinas""

El segundo ejercicio del  Taller de Escritura Creativa, celebrado el pasado viernes, tuvo también magníficos resultados. Recordamos que dicho día, un pequeño grupo nos dimos cita en el patio de la taberna cultural "El Trechuro" de Castrillo de los Polvazares donde, por cerca de  tres horas, jugamos y nos divertimos con las palabras creando pequeños relatos en torno a diversos estímulos.
Los resultados fueron muy satisfactorios y los voy a ir subiendo al blog poco a poco para disfrute general. Recordar, simplemente, que son ejercicios improvisados, pequeñas historias surgidas en apenas cinco o seis minutos de escritura.  No hay corrección posterior.
Espero que los disfrutéis.

2º Ejercicio individual: "Las ruinas". 


Gonzalo Fernández de Paz. Premio Categoría A. Rllye fotográfico "Tesoros escondidos".

Escrito por Mónica (13 años)


Hace cien años una familia rica, mi familia, manda construir esta casa. Yo, Celia, veo como mis padres discuten con los arquitectos mientras mi hermano Sergio juega en el barro de cualquier rincón.
Me aburro, pero mis padres no quieren que salga de esta pequeña finca, me siguen tratando como si fuera una cría. Ya tengo 16 años. Estoy harta. Salgo corriendo y salto la valla de la finca. Nadie parece darse cuenta de que me voy. Me siento  libre. Corro, salto, bailo. Nadie me detiene. Por primera vez en toda mi vida tengo libertad. Pasan las horas y sigo en el monte. Decido volver. Cundo estoy volviendo empiezo a oler a quemado. Mi sorpresa es que cuando llego  la finca se estaba quemando. Veo a mis padres preocupados, buscándome.
Al llegar, mi madre me abraza llorando y me dice que si no me hubiera ido ahora mismo me estaría quemando. Mis ansias de libertad me habían salvado.


Escrito por Laura (11 años)



Mis amigos y yo estamos paseando por el pueblo. Nos metemos por un callejón y lo primero que vemos es una casa destrozada. No entra la curiosidad y nos ponemos a investigar. Vemos que había sido quemada, pero hace años.
Vamos a preguntarle al más anciano del pueblo. Tiene 98 años y nos dice que cuando él era un bebé recién nacido, hubo una gran tormenta. Había muchas nubes grises y negras, se escuchaban truenos y, muy cerca, caían rayos. La gente estaba asustada y de repente cayó un rayo justo en esa casita, dónde vivía una pequeña familia. Qué suerte que la familia se había ido  a visitar a la madre de la mujer. Después de un rato salió un pequeño rayo de sol que iluminó aquella pequeña casita derruida.
Nos fuimos de su casa y decidimos intentar arreglar aquellas ruinas.

Escrito por Eco (13 años)


Había una vez un joven de diecisiete años. Un joven aburrido, en un pueblo aburrido, con cara aburrida. Se fue a dar un aburrido paseo, con su aburrido bastón y su aburrido perro. Se encontró una aburrida casa en ruinas, con una aburrida puerta. Derrumbó la puerta y encontró paja aburrida. Empezó a llover y el aburrido chico se refugió en esas ruinas aburridas.
De repente, por una aburrida ventana entró una chica con un gato. El chico se dio cuenta y pasó. La chica habló. Empezó a conversar y el chico pensó que esa chica no era tan aburrida, con su no tan aburrido vestido y no tan aburrido gato. Le preguntó aburridamente qué dónde vivía y la chica no aburrida dijo que allí mismo. Los días siguientes no fueron aburridos porque estaba la chica “imposiblemente” aburrida.
Al final, el chico ya no tan aburrido le pidió salir a la chica alegre. Lo que le dijo para declararse fue: “tú haces que este mundo no sea tan aburrido”. 

Escrito por Oly  (14 años)


Espero, sigo esperando a que la luz se apague para poder saciar mi ansia. Tengo mi cuchillo preparado y, por fin, se ha apagado. Me acerco lentamente y entro por la pequeña ventana que está abierta ¿Me esperará? Descarto la idea, camino despacio hacia el cuarto y abro la puerta. La miro, está totalmente dormida, cuando me quiero dar cuenta mi cuchillo ya la está atravesando. Abre mucho los ojos. Espero un grito, una patada, alguna señal de odio hacia mí, pero me desconcierto al ver que me sonríe. Sus ojos expresan alegría a pesar de que se le escapa la vida por la gran herida que tiene en el vientre, cuando por fin muere.
Siento algo que no había sentido antes ¿me siento culpable?

Escrito por Valseco


Llegaron a la aldea cargados de ilusiones. Se abría ante ellos una nueva vida llena de incertidumbres. Pero los anima su juventud y l posibilidad de hacerlo juntos, empujados por el amor que se tenían.
Poco a poco comenzaron a levantar su casa. Con ayuda de todos los vecinos. Y fue creciendo entre piedra y adobe. La primera para lo más noble. El adobe para la zona de labor. La tarea duró varios años. Y fue creciendo al ritmo que lo hacía su familia.
Pero  un día llegó la guerra. Y la patria se llevó a todos los hombres de la casa. Ya hacía más de cien años. Se fueron tres y no volvió ninguno. Desde entonces ella se dejó morir y no permitió que nadie tocase nunca más ninguna de las piedras de la casa. Hasta que ella se fue definitivamente y la casa se arruinó por completo.