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lunes, 11 de mayo de 2020

DESDE ENERO NUEVA COLABORACIÓN LITERARIA PARA "MASTICADORES DE LETRAS"

Con el comienzo de año, dio comienzo para mí una nueva colaboración literaria. En este caso se trata de la colaboración en el blog literario MasticadoresEspaña, la filial española de Masticadores de Letras, gracias a la confianza


¿QUÉ ES MASTICADORES de LETRAS? 


Masticadores de Letras es una red de blogs a nivel internacional que recibe más de 70.000 visitas al año. Constituye una gran ventana donde se da visibilidad y difusión a un gran número de autores, tanto noveles como consagrados, que es gestionada por los/as miembros del consejo editorial de la Editorial Fleming que, además, edita libros, propone concursos y otras tareas que tienen que ver con lo literario- 
En cuanto a la gestión de los blogs Masticadores de Letras, que se pueden seguir a través del enlace: 

https://wordpress.com/vi…/masticadoresdeletras.wordpress.com

o de su correspondiente facebook : 

https://www.facebook.com/groups/MasticadoresdeLetras/

cada país tiene su propios gestores. 

En concreto el blog Masticadores de Letras España, es editado por nuestra conocida y querida Felicitas Rebaque que, junto al también escritor, Juan Re Crivello, se encargan de la edición de la selección de participantes españoles. 
Felicitas, recién incorporada, ha tenido a bien, incluir  a siete autores/as en la nómina de participantes colaboradores asiduos de esta ventana al mundo literario, nómina entre la que me encuentro junto a  Beatriz Berrocal Pérez, José Luís Serrano, Maria G. Vicent, Nuria Viuda García, Reyes García-Doncel Hernández, Rosa Marina González-Quevedo (Rincón de Astarté).


¿CUÁL SERÁ MI COLABORACIÓN?  


Cada ciertas semanas (no hay una periodicidad estricta), irán apareciendo en este medio algunos textos de mi producción, de diferentes características. Podrán ser poemas, relatos, u otro tipo de textos de especial significación para mí. 
Dichas colaboraciones serán tambien compartidas a través del facebook de dicho espacio o del mío propio. Y quedarán recopiladas en este mismo blog (para más fácil localización) a través de la columna lateral. 

MI PRESENTACIÓN EN EL MEDIO: 


Os dejo el enlace a mi presentación en el medio que se hizo de manera conjunta junto a otra de las colaboradoras y a continuación una entrevista en profundidad realizada por Felicitas Rebaque. 




Descubriendo a... Mercedes González Rojo by Felicitas Rebaque. 01.03.2020


Y A PARTIR DE AQUÍ...


... ya solo me queda agradecer a los editores (especialmente a Felicitas Rebaque) su confianza en mí y desear que este nuevo acercamiento a mi obra resulte de vuestro interés. A continuación os dejo ya las colaboraciones publicadas hasta ahora. 


Los cuentos del abuelo de Paula by Mercedes González Rojo. 13.10.2020

jueves, 29 de marzo de 2018

Mercedes G. Rojo: presencia y obra en redes internacionales a través de las páginas de Hilda Serrano Lesmes

Entre los últimos dos meses de 2017 y lo que va de 2018, he tenido la suerte de estar presente en el panorama internacional a través del Páginas Culturales Virtuales de Hilda Serrano Lemes y del buen hacer de Marta Muñiz Rueda que, junto a ella, ha venido dirigiendo y coordinando un estupendo proyecto cultural, Vísitame Magazine, en el que hemos tenido cabida diferentes escritores y escritores de diferentes puntos de la geografía nacional e internacional. 
No tengo sino palabras de agradecimiento para que han hecho esta realidad posible y, por si es de interés para alguien, dejo aquí los enlaces a mis distintas participaciones en los diferentes números. 

Se puede acceder a mi blog a través de sus "Páginas enlazadas"

https://www.hildaserranolemes.com/paginas-enlazadas

y en la sección de artículos se puede encontrar mi trabajo

Patricia Lorenzo y su novela "Destronada", ganadora del último premio Jordi Sierra y Fabra para jóvenes. 

Vísitame Magazine, la revista creada y coordinada por Marta Muñiz Rueda, también alberga hasta el momento varios trabajos míos, en concreto dos relatos y otros tantos artículos. Estos son sus enlaces por si os los habéis perdido y queréis recuperar su lectura: 

lunes, 29 de mayo de 2017

DOS NUEVOS MICRORRELATOS PUBLICADOS EN SENDAS ANTOLOGÍAS

Hace apenas unos días, me anunciaron la selección de otro de mis microrrelatos para su publicación en  la Antología Pluma, tinta y papel VI, que sé que comparto con más gente del panorama leonés.  En esta ocasión esta es mi contribución. 




SILENCIO DE NIEVE.


Una sirena rompe el silencio de la nieve. Se me encoge el corazón a su paso. Se me hace un nudo en el estómago en el avance de la tarde sin poder quitarme la oscura sensación de un mal presagio. Anochece y vuelvo a casa. Me anuncian tu accidente. Me cuentan que  te debates entre la vida y la muerte. Y me encojo de dolor porque sé qué, en realidad,  ya estás muerto. Sé que cuando la sirena llegó hasta mí rompiendo el silencio de la nieve, tú, ya estabas muerto. 


Con anterioridad a éste también me había sido seleccionado otro para la antología Microterrores III, que también comparto. Imagino que cada uno tendrá su predilecto. 


EN LA TORMENTA


Sucesión de truenos rasgando el silencio de la noche. Abre los ojos. Intensa y vacía negrura invadiendo la espesa calma que la tormenta rompe. Salta su cuerpo que frena un seco golpe contra una superficie almohadillada pero dura. Fríos sudores recorriéndole la piel, un grito ahogándola, uñas rotas escarbando hacia la vida mientras se cubren de sangre sus nudillos. Un nuevo trueno la despierta entre sábanas empapadas y revueltas… Otra vez una horrible muerte persiguiéndola.

viernes, 14 de abril de 2017

PECADO DE OMISIÓN relato finalista en el I Concurso internacional de relatos sobre violencia de género, organizado por la FUNDACIÓN LUZ CASANOVA, y publicado en el libro LÁGRIMAS DE ESPERANZA.

Hay días en los que la vida te depara sorpresas que no esperabas, provocados por situaciones que habías olvidado o que en su momento te pasaron desapercibidas ¡quién sabe por qué razón! Eso mismo me ocurrió hace unos días cuando recibí en mi correo electrónico una nota de la Fundación Luz Casanova advirtiéndome que, como finalista del I Concurso de relatos cortos sobre violencia de género - organizado para el pasado noviembre -,  pronto me harían llegar el libro en el que el mismo ser recogía.
Y así sucedió el pasado miércoles.

Reconozco que encontrarme entre los 22 finalistas de  los cerca de 550 relatos participantes provenientes de todo el mundo, y de los que aproximadamente la mitad provenían de Sudamérica, ha sido para mí toda una satisfacción no esperada. Primero, por el alto grado de competencia que dicha circunstancia supone. Segundo, por la seriedad que impone a tal concurso el hecho de que se convoce desde una Fundación tan comprometida y con tan larga trayectoria en este campo como es la Fundación Luz Casanova.Y tercero, porque con ello veo de alguna forma recompensada mi larga implicación con el tema de la violencia de género y sus consecuencias, tema sobre el que llevo muchos años reflexionando, escribiendo y trabajando con diversos sectores educativos y sociales para sensibilizar y concienciar de los terribles efectos que produce en toda la sociedad y no solamente en quienes viven estas situaciones.

Tomo prestadas unas palabras de Carmen Sarmiento (periodista especializada en el tema y autora del prólogo del libro para recordar que  "A pesar de las cifras abrumadoras sobre la violencia contra la mujer [...] cada vez somos más las que nos unimos para decir con fuerza en un solo y alto grito: Ni una mujer menos. Nos queremos vivas." En esa lucha incruenta también son cada vez más los hombres que se nos suman, porque ésta es una lucha que ha de realizarse entre todos.

Y en este camino todo suma, también iniciativas como la de la Fundación Luz Casanova que, a juzgar por la respuesta obtenida  ha despertado gran interés tanto dentro como fuera de España, porque es esta una lacra extendida por todo el orbe. Esta entidad sin ánimo de lucro trabaja desde hace muchos años por el desarrollo social de personas en situación de desprotección y exclusión, poniendo uno de sus focos en el colectivo formado por mujeres y menores víctimas de violencia de género.

Los textos que componen la publicación que recogen los relatos premiados y finalistas presentados a esta primera convocatoria internacional, son relatos cortos que "recogen el infierno que viven muchas mujeres, los usos y costumbres que perpetúan la discriminación por cuestión de género, el silencio cómplice del entorno o cómo los hijos se convierten también en «víctimas colaterales». Pero las lágrimas derramadas por estas situaciones, lo son también de esperanza confiada en la capacidad organizativa, la fuerza y la resiliencia de las mujeres para romper los círculos de la violencia". De ahí su título Lágrimas de esperanza, un libro coral que ha visto la luz gracias al empeño y la colaboración de la Editorial San Pablo.

Para mí es todo un honor formar parte de esta antología que espero contribuya a que cada uno de nosotros, cada una de nosotras, ponga de su parte aunque solo sea un mínimo grano de arena en el largo y complejo camino de sensibilización y trabajo para erradicar del mundo (comenzando por nuestro entorno más próximo) esta terrible lacra social.

Por si os apetece leerlo, aquí dejo mi texto. Y es que es hora de que dejemos de mirar hacia otro lado.


PECADO DE OMISIÓN

Cae la tarde cuando regresa a su casa del trabajo. En su calle la espera un revuelo de ambulancias, policía, cámaras de televisión, vecinos curiosos...  A pocos metros de su portal, entre el bullicio del gentío, acierta a vislumbrar un bulto cubierto con una fina manta plateada, de esas que usan los servicios de emergencias cuando acuden a un accidente. Solo que esta vez no ha sido tal. Lo ha sabido en cuanto vio a la policía tratando de librarse de las cámaras y fotógrafos de prensa, y a éstos abordando sin piedad a cuanta persona del vecindario se ponía a su alcance.

Se detiene  a una cierta distancia, al otro lado de la calle, poniendo atención a cuanto se dice con el fin de averiguar  lo que ha ocurrido exactamente. Aunque el acoso impenitente de la prensa se lo hace suponer. Aguza el oído mientras los comentarios se suceden entre el rumor del gentío, afianzando su sospecha

-         Era una pareja de lo más normal ¡Parecían tan enamorados…| Siempre la llevaba cariñosamente cogida por los hombros.

-         Nunca la dejaba sola ¡Se les veía muy bien avenidos…!

-         A veces se les oía discutir. Pero ¡cómo todo el mundo! ¡Normal entre parejas!.

Por si los comentarios no fueran suficientes un golpe de viento arrastra consigo la manta dejando al descubierto, hasta que el gesto rápido de un agente de policía la restituye a su lugar, el cuerpo inerte de la víctima.

Es ella, está segura, la joven vecina que alguna vez se cruzó saliendo de su casa, siempre acompañada, oculta tras esas grandes gafas de sol que tantas veces estaban de más.  Muy maquillada en  contraste con la ropa discreta que vestía. Abandonaba el portal cogida de los hombros por su acompañante, un hombre también joven, atractivo y con don de gentes. Elegante. Parecía empequeñecerse a su lado para pasar inadvertida, ocultando su mirada. Con un gesto siempre triste, le pareció más de una vez al cruzárselos.  Hubo veces en que se preguntó si serían ellos los protagonistas de las broncas que en ocasiones escuchaba al otro lado de la pared de su dormitorio, protegida por el anonimato de la gran ciudad, a pesar de la proximidad de los portales y de esas finas paredes incapaces de guardar del todo tu intimidad, de aislarte de lo que ocurre en la vivienda de al lado. A menudo era muda e invisible testigo de lo que parecían ser arrebatos de celos incontrolados. Ante su repetición más de una vez pensó en llamar  al 016. Pero no llegó a hacerlo nunca.  Oía sus voces, las de él, mientras de ella solo le llegaban oscuros sollozos. Los insultos se alternaban con el choque de objetos diversos  haciéndose añicos contra el suelo. A veces también golpes contra las paredes y de cuando en cuando un sonido sordo, como  un cuerpo cayendo a peso muerto. Y después un más que brusco portazo que hacía retumbar esa fina pared que compartían.

En esos momentos solía tener la tentación de pegarse a la pared y escuchar lo que ocurría  en aquel piso ajeno, tan próximo y lejano a la vez, que marcaba una insalvable distancia con aquella mujer desconocida que sufría al otro lado. Contradictoriamente, la tranquilizaba oír como se deshacía en llanto  hasta quedar exhausta, pues le provocaba la certeza de que, al menos momentáneamente, el suplicio había terminado. En alguna ocasión estuvo tentada de golpear con suavidad la pared, de susurrarle que estaba allí, de hacerle saber que lo había escuchado todo para que sintiera que no estaba sola. Pero le pesaba la estricta educación recibida, esa que imponía un férreo respeto hacia los problemas ajenos. “Nunca te metas en peleas de parejas”, le parecía estar escuchando a su madre. “Lo que ocurre tras la puerta de cada hogar no es cosa tuya”. Y recuerda entonces a la familia que vivía en su mismo portal cuando era niña. El marido que noche  tras noche llegaba borracho y propinaba infames palizas a su esposa, y una retahíla de hijos que aprendieron a esconderse temerosos de los golpes de su padre. Sabía que no eran los únicos. Había más. Pero  sus padres nunca osaron mediar en aquellas nefastas circunstancias. En su defensa se podría argumentar que aquellos eran otros tiempos. Pero ahora a ella, en sus actuales circunstancias,  a menudo le invadía una sensación de remordimiento por no hacer nada. Y hoy, frente a aquel cuerpo derrumbado en el suelo, ese remordimiento fue aún mayor.

Al día siguiente acudió a su trabajo, como siempre. Sus preocupaciones le dejaron en su memoria apenas una nebulosa de lo acontecido el día anterior. Y así durante los días y semanas que continuaron a aquel nefasto día. Hasta que otro suceso lo alteró todo, de nuevo. Hoy percibe algo diferente en el ambiente.  Le toca guardia en el recreo de su centro y al salir al patio ve a un grupo de niños y niñas arremolinados bajo el árbol. Entre sus ramas, abrazado a ellas fuertemente,  un pequeño de ojos  tristes llora desconsoladamente.  Se acerca a calmarle. Murmura continuamente entre sollozos: - ¡Quiero que vuelva mi mamá!

Cuando consigue romper su abrazo y  sujetarlo entre sus brazos lo lleva de vuelta a la clase del pequeño, consciente de que solo su maestra podrá calmarlo definitivamente.

Al finalizar la jornada vuelve a interesarse por el niño y su compañera la pone al tanto de su historia.  Hace  unos días que sufrió una gran desgracia. Su madre cayó por la ventana ante sus ojos. Dicen que fue su padre quien provocó aquella caída. Tenía que conocerlos, vivían en el portal al lado de su casa. Desde entonces sufre ataques de ansiedad y no puede concentrarse en las tareas.

Un escalofrío recorre su cuerpo.  Nunca imaginó que hubiera un niño tras aquella pared  anónima.  Y entonces se preguntó de nuevo que hubiera sucedido si alguna vez hubiera realizado esa llamada y no hubiera cometido ese pecado de omisión que ya nunca podrá perdonarse.

domingo, 22 de enero de 2017

"El viejo tejo", mi contribución a CUENTOS AL ALUD DEL ALUMBRE.

Ilustración de Nuria Cadierno que sugiere el relato.
Hace unas semanas el diario digital Astorga Redacción comenzó,  en su sección cultural, con una serie de colaboraciones narrativas en torno a dibujos realizados por la artista de la zona Nuria Cadierno. La sección, titulada en esta ocasión CUENTOS AL ALUD DEL ALUMBRE, daba la réplica a una anterior, realizada en fechas veraniegas en las que eran los narradores y narradoras quienes escribían y Nuria la que interpretaba el relato escrito, en aquella ocasión bajo el epigrafe RELATOS DE  LA FRESQUERA. En ambas ocasiones he tenido la ocasión de participar con sendas narraciones, al lado de un montón de compañeros y compañeras junto a quienes he disfrutado escribiendo. 

"El viejo tejo" es mi contribución de este domingo a  esos Cuentos al alud del alumbre, cuyo enlace os  dejo pro si queréis leerlo. 
La otra parte del juego literario, la inicial, bajo el título de "Entre cielo y tierra", también os la dejo aquí por si alguien se lo perdió en su momento. 

Felices días de relatos.

lunes, 24 de octubre de 2016

DÍAS IMPARES visita este miércoles un nuevo encuentro de LETRAS EN LA BUHARDILLA.


A punto de comenzar nuevas aventuras literarias, Días impares continúa su andadura por distintos puntos de la geografía española, con nuevas propuestas de las que muy pronto os iré informando. 
La primera cita tendrá lugar este próximo miércoles 26 de octubre, dentro de la programación que las Biblotecas Municipales han preparado con motivo de la celebración del Día de las Bibliotecas, que se celebra en toda España hoy lunes, 24 de octubre. 
Dentro de dicho programa tendré el honor de comenzar un nuevo ciclo de esos "encuentros con autores" que, bajo el sugerente título de "Letras en la buhardilla" se van programando desde las Bibliotecas Municipales de León,  mes a mes, acercándonos la presencia y la obra de escritores y escritoras de toda la geografía nacional, en un espacio tan especial como es la Biblioteca Padre Isla, situada en la última planta del chalet sito en la Avda. Padre Isla 119. Y quiero aprovechar para darle las gracias a sus organizadores por la confianza depositada en mí para esta propuesta.
Y es que la Biblioteca Padre Isla en concreto y las bibliotecas municipales en general, son para mí lugares muy emblemáticos en mi actividad literaria. En ellas he participado en numerosos filandones que compartí con otros escritores y escritoras de la provincia, en lecturas del Día de la Poesía compartidas con alumnado de los centros escolares de León, y tuve el honor de que me hicieran en su momento una de mis  primeras entrevistas sobre mi faceta literaria, todo ello antes de que compromisos y obligaciones me separaran temporalmente de este mundo de la escritura que siempre ha sido mi pasión y que ahora retomo con fuerza renovada.

Red de Bibliotecas Municipales. ENTREVISTA A MERCEDES G. ROJO

Por todo ello es para mí una enorme satisfacción retomar mi relación con estos espacios que luchan día a día por seguir manteniendo viva la pasión por la lectura, por los libros y por todo lo que a ellos rodea, entrando en ellos  por una puerta tan especial como son los "Encuentros con autores", que fundamentalmente debemos al esfuerzo de Mª Dolores Martínez Lombo (coordinadora de las Bibliotecas Municipales) y a Rafa Saravia. En la propuesta de este miércoles os hablaremos sobre Días impares, de algunas de las novedades previstas en torno al mismo, habrá una selección de lecturas de algunos de sus textos y se dará rienda suelta a un coloquio con el público si así lo consideráis oportuno. A estas alturas del año seguro que muchos/muchas ya lo habéis leído, así que vuestras aportaciones serán bienvenidas. Y para quienes no lo hayáis hecho, tal vez se os despierte el gusanillo. Nuestra principal pretensión, que el libro siga vivo y creciendo. 

Y ya para despedirme, y puesto que de buhardillas hablamos, y a bibliotecas y libros nos referimos, permitidme que comparta aquí este microrrelato que aparece en una antología dedicada al mundo de los libros. Quienes conozcan mi obra, sabrán que desvanes y libros son temas recurrentes en mi literatura. No puedo evitarlo.

LIBROS EN EL DESVÁN 

Se refugió una vez más en el desván que aprendió a compartir con su abuelo. Solo allí se sentía a salvo de los problemas que se empeñaban en acuciarla. Se sentó en su rincón favorito y se rodeó de los libros de su niñez, leyéndolos de nuevo, uno tras otro, mientras acariciaba sus páginas con olor a infancia. Hasta quedarse dormida sobre ellos. 
Cuando despertó su cuerpo había penetrado en laspáginas y su mente no recordaba ya quien era.

martes, 6 de septiembre de 2016

La exposición fotográfica "Minería: pasado y ¿futuro?, de Julio A. G. Moro, en León. Arropada por textos de una diversidad de autores de la provincia entre los que me encuentro.

Hace poco más de un año Veguellina de Órbigo acogía  una magnífica exposición fotográfica de Julio A. G. Moro, en torno al pasado de la minería. Fue a finales de mayo, y a partir de ahí continuaría periplo por varios puntos de la provincia. Las fotografías están hechas en  uno de los enclaves más conocidos de nuestra cuenca minera y nos dan una visión desoladora de nuestro pasado, a la vez que parecen empujarnos hacia un futuro en el que esos vestigios de la historia se conviertan en un elemento de futuro. 
Yo no conocía personalmente al autor aunque, a partir de una amiga común, tuve la suerte de que contara conmigo para ponerle palabras, concretamente una historia, a una de las fotografías que iban a participar en la muestra, pero finalmente me encantó hablar con él y conocer las inquietudes que por esta tierra le mueven. 
Confieso que la elección de la imagen no fue fácil pues, dentro de su dureza, todas cuentan ¡tantas cosas! Finalmente me decidí por una de ellas que me inspiró el relato que titulé "Pasado en ruinas". Es increíble la cantidad de sentimientos, de emociones, de creación que una buena imagen como las de Julio son capaces de inspirarnos. Tuve la suerte de compartir textos con algunos amigos y amigas como Manuela Bodas, Rafa Saravia, Manuel Cuenya o Antonio Merayo. En aquel momento había otros más que no conocía personalmente, aunque el círculo se ha ido haciendo cada vez más grande. 
Y aunque las fotografías de Julio A. G. Moro hablan por sí mismas y no necesitan de más afeites para provocarnos por dentro, reconozco que la aportación literaria  le proporcionó a la exposición de Julio una dimensión totalmente diferente. 
AHORA tenemos la suerte de poder disfrutarla en León, sin necesidad de salir de la ciudad, gracias a la iniciativa de Fran Kanya, así que no tenéis disculpa alguna para no acercaros. De momento os esperamos este jueves  día 8 en que se celebrará la inauguración oficial, a las 20'30 horas. Allí estará Julio A. G. Moro, el único responsable imprescindible de este proyecto, Fran Kanya que le ha abierto sus puertas para que podamos tenerla un poco más cerca y algunos/as de los/las autores/as que hemos colaborado y que leeremos allí nuestros textos. 
Mientras tanto os dejo un fragmento del mío para abrir boca. 

PASADO EN RUINAS.


Era apenas un niño cuando abandonó aquel complejo en el que su madre le trajo a la vida. Una vida dura que su padre se ganaba a golpe de pico de minero.

Antonio tenía un buen sueldo. No eran pues de los que peor estaban, ya que, además del jornal, la empresa le facilitaba una casa digna en la que vivir. Sin lujos, pero digna al fin y al cabo. Claro que nada podía compensar la dureza del trabajo que quizá era el culpable del rudo carácter del padre.

Lo recuerda sentado en aquel viejo sillón de orejas, derrumbado ante el mundo con su camisa negra y una actitud machista y bronca con su madre. A ella la recuerda con un aspecto servil, incapaz de levantar orgullosa la mirada frente a él ...

jueves, 7 de julio de 2016

REENCUENTRO. Un microrrelato escogido para una antología de textos eróticos "Sensaciones y sentidos III".

Y ya vamos por el tercer microrrelato que me seleccionan para una antología. Casi no puedo ni creérmelo. Pero ahí está. Y esta vez entre los escogidos me he encontrado también  obras de dos buenos amigos y una mejor amiga. Se trata de Marcelo Barrientos y Flor Méndez, con quienes compartimos experiencias tan fantásticas como "Cuento cuentos conmigo", o de Boris Rozas, estupendo poeta y escritor a quien conocí en mis tiempos de concejala de Cultura en Astorga, a través de un certamen de poesía hoy desaparecido por el sino de los tiempos. 
Todo un placer compartir publicación con ellos/a. 

Os anticipo el microrrelato seleccionado.

REENCUENTRO

Inundada de luz de luna llena y de aroma de hierbas y de flores silvestres que excitaban su cuerpo y su alma, se encontró inmersa en aquel salón lleno de gente arrastrada por el sensual sonido de un piano.
Él la miró un instante, regalándole en su mirada una sonrisa apenas imperceptible. Ella, ajena a todo y con un rubor antiguo en su rostro, sintió que sus dedos arrancaban a cada rincón escondido de su piel desnuda la música que el deseo guardaba en cada poro. En el cielo, cómplice, la luna sonreía.

jueves, 23 de junio de 2016

LLAMADA ANCESTRAL. Un nuevo microrrelato para una nueva antología sobre la primavera.

Allá va un nuevo microrrelato. Y es que parece que estoy en racha. Me lo he tomado como entrenamiento y ¡mira! voy entrando dentro del listado de escritos seleccionados. En esta ocasión para la antología "La primavera la sangre altera III". Ahí está la primavera con sus pulsiones mágicas a la luz de la luna. 

Y el agua... y ...

Por si os apetece disfrutarlo.




LLAMADA ANCESTRAL


Con la primera luna llena de la primavera sintió una vez más aquel latido ancestral que parecía llenarle de locura el alma. Y el cuerpo. Cogió el coche y condujo por aquellas carreteras olvidadas hasta alcanzar el borde del agua. Allí, bajo la radiante caricia del disco lunar se desnudó al tiempo que se introducía paso a paso en el líquido elemento, sintiendo renacer su corazón. A lo lejos, creyó oír el canto de una sirena. Y nadó hacia ella. 

lunes, 13 de junio de 2016

LIBROS EN EL DESVAN. Mi aportación a la antología de "Microrrelatos" editada por LIBRIPEDIA.

Fruto de un desafío personal, de un juego, surgió este relato. Recibí a través de facebook el aviso. El plazo terminaba ese mismo día. Durante el resto del día, mi cabeza le dio vueltas a la idea. Horas después, apenas  una hora antes de que el plazo se cerrase, el microrrelato salió rumbo a su destino. 
Mi sorpresa fue observar que había entrado dentro de la selección escogida, dentro de los más de mil cien microrrelatos recibidos. Cuestión de suerte.


Desvanes, libros, recuerdos de niñez... Todo muy mío. Os lo dejo aquí. Espero que os guste. 





LIBROS EN EL DESVÁN



Se refugió una vez más en el desván que aprendió a compartir con su abuelo. Solo allí  se sentía a salvo de los problemas que se empeñaban en acuciarla. Se sentó en su rincón favorito y se rodeó de los libros de su niñez, leyéndolos de nuevo, uno tras otro, mientras acariciaba sus páginas con olor a infancia. Hasta quedarse dormida sobre ellos.

Cuando despertó su cuerpo había penetrado en las páginas y su mente no recordaba ya quien era.

domingo, 17 de abril de 2016

OBITUARIO. Relato en recuerdo de JOSÉ LORENZO POLLÁN, "JOSELO".

Hace algunos años, siendo concejala de cultura en Astorga, una mañana entró en mi despacho un hombre alto y desgarbado. Venía preguntando por el concejal o concejala de cultura. Aunque él, de entrada, no me reconoció yo supe quién era desde el primer momento. Se trataba de José Lorenzo Pollán, Joselo, como le habíamos llamado siempre durante los años en que nos habíamos conocido. Nosotros, unos chiquillos de 13 a 15 años; él, un joven aproximadamente diez años mayor que nosotros que se preparaba para ejercer de maestro. En aquellos tiempos compartimos actividades de ocio, tertulias,..., en el ámbito parroquial que era de los pocos lugares donde se podían realizar este tipo de cosas. 
Pronto yo le perdí la pista, aunque supe en su momento de su peregrinación a Santiago con dos compañeros míos de promoción, pues seguí su recorrido - como imagino harían otras muchas personas de Astorga - por la prensa local. Después la vida nos llevaría por derroteros muy diferentes y no volví a coincidir con él. 
Hasta el día que cruzó la puerta de mi despacho esperando encontrarse, imagino, a una perfecta desconocida. Traía bajo el brazo un sueño a modo de propuesta. Las crónicas de aquel viaje realizado hacía tantísimos años, cuando el Camino de Santiago solo era una locura en la mente de unos pocos, sin red de albergues que dieran cobijo al peregrino, sin caminos marcados que indicasen la ruta a seguir. Su intención buscar colaboración para poder publicarlo, si es que resultara interesante. 

Llegó en el momento preciso pues en mi mente estaba preparar algo especial sobre el Camino de Santiago para conmemorar el aniversario de su Declaración como Patrimonio de la Humanidad. Me pareció buena idea - una vez conocido el contenido de lo que se me ofrecía - hacerlo con la publicación de un libro con el que poder contrastar la diferencia de realidad entre un antes y un ahora, a pesar de que lo intangible permanece en él a lo largo de los tiempos. Así que nos pusimos manos a la obra y durante un tiempo estuvimos en contacto, con el fin de prepararlo todo para la edición. Joselo revisó los textos, actualizó las notas, y me pasó el material gráfico que quería incluir en el libro. Después vino el proceso de edición y, por fin, la presentación del libro. Al fin quedaba para el recuerdo contrastado con lo que ahora ofrece el Camino de tres jóvenes que tuvieron un sueño, unos visionarios que ya entonces supieron que gran parte del futuro de Astorga pasaría por la atención al peregrino, unos jóvenes que a la finalización de su viaje incluso mantuvieron contacto con el ayuntamiento de entonces para poner en marcha una iniciativa de albergue público para los peregrinos, adelantándonse (aunque entonces no se le hiciera caso) a lo que luego emprendió la Asociación de amigos del Camino.
La casualidad quiso que llegara en el momento  preciso y hoy Joselo se ha ido con su libro entre las manos y yo le despido con el relato breve que incluí en su presentación y que tal vez, por qué no, podría guardar parte de la huella que el Camino dejó en quién acaba de írsenos, calladamente, sin dar publicidad a su enfermedad que arrastraba desde hace tiempo. Afortunadamente lo hizo habiendo visto uno más de sus viejos sueños cumplido. DEP

EL RAYO DE SOL

Se levantó con los huesos ateridos del frío de los últimos días. Le pesaba el largo camino iniciado y la soledad insistentemente buscada. Sentía la angustia de no conseguir esa paz que llevaba tanto tiempo persiguiendo. 
Durante el Camino, de vez en cuando, hablaba con unos y con otros. Aunque podría decirse que más bien era escuchar lo que hacía. Hasta que comenzó a esperar las horas en las que nadie caminaba, a buscar refugio allá donde nadie lo hacía. Se fue aislando cada día más, cada momento..., buscando siempre la orilla vacía del sendero. 
Y entonces llegó el frío. El frío que cayó como una losa sobre los días de verano que debían calentar sus viejos huesos. Fue un día... y otro... Y así fue durante un largo tramo del camino, una semana en la que el sol no calentaba, en la que el viento soplaba como si fuera invierno, agitando ramas, azotando el rostro, silbando en sus oídos mientras se colaba por los resquicios de su ropa de herido caminante. 

Peregrinos descansando tras la jornada
Hoy el día ha vuelto a amanecer frío, pero parecen retornar los chillidos del vencejo (hoy hará un buen día - habría dicho su abuelo) y un resquicio de sol, encajonado por la estrecha calle que se abre a la plaza, parece invitar a dejar sentir sobre la piel su cálida caricia. 
En las primeras horas matinales, con la plaza aún desierta del bullicio que invadirá en breve la mañana, el silencio apenas roto por el bastón de algún madrugador peregrino, arrastra sus huesos cansado hacia un banco, los pies doloridos del camino, el alma aún torturada de pesares, ..., y deja caer sobre él su ya anciano cuerpo, vuelto el rostro al amanecer. 
Quienes llegan en esos momento a la plaza encuentran un viejo cuerpo arrumbado sobre el banco, la espalda desmayada sobre el respaldo de madera, las piernas extendidas hacia la cruz de los pies, los brazos lánguidos a lo largo del tronco...Y, por fin, la cabeza. El mentón ligeramente alzado buscando el incipiente calor del sol, los ojos cerrados y el rostro relajado. Nada demuestra el frío instalado en sus huesos y en su alma, el desaliento, el deseo de abandono...

Pasan los segundos. Los minutos se prolongan bajo los primeros rayos matutinos. Y, como una lupa orientando su calor hacia un único punto de donde ha de brotar el fuego, el sol penetra por cada poro de su piel con un efecto balsámico. Poco a poco abre  de nuevo los ojos que recorren cada rincón de aquella plaza con el asombro de un niño que descubre el mundo. Sus pupilas se llenan de luz, de vida. Su cuerpo se desentumece hasta el punto de subir a su rostro una radiante sonrisa. 
E, invadido por un nuevo y vivificador impulso,  se levanta ligero como una pluma, recupera su mochila y su bastón de peregrino y emprende de de nuevo, imparable ya, el Camino hacia Santiago. El camino hacia su meta... El Camino hacia su mente 
(Relato incluido el el libro "Días impares")