miércoles, 7 de diciembre de 2016

TRÍO DE MICRORRELATOS para la publicación de PLUMA, TINTA Y PAPEL


Quienes me conocen ya saben que me gusta ir poniendo retos a las personas que a mi alrededor demuestran tener determinadas capacidades creativas. A poco que me sigais sabréis también que el pasado verano organicé en Castrillo de los Polvazares un Taller de escritura creativa con gente muy joven y que ya en aquel momento apunté que había algunas personas entre ellas que prometían.   
Pues bien, reté a un par de ellas a participar en algún que otro concurso, por estimular su capacidad creativa, por ver hasta dónde daban de sí y los resultados no se han hecho esperar.
Las tres hemos participado en el V Concurso de microrrelatos de temática libre "Pluma, tinta y papel", organizado por Diversidad Literaria y las tres hemos visto seleccionados nuestros textos que se incluyen en el libro del mismo titulo. Comparto con todos vosotros los textos de las tres. Así podréis comprobar si tengo razón o no. Desde luego ellas tienen más mérito que yo, pues Olivia tiene 15 años y Mónica 14. Y han sido seleccionadas entre los más de dos mil relatos provenientes diferentes países.
Es el segundo libro para el que han visto elegidos sus textos.  En otro momento compartiré los otros microrrelatos.

Me siento orgullosa de ellas.




EL COLUMPIO (Mercedes G. Rojo)

Se balancea una y otra vez, sin miedo al vacío, desafiando las fuertes rachas de viento que intentan desestabilizar el fino hilo del que pende su columpio.  Hasta que el mar encabritado lanza contra ella su más fiera embestida. Entonces, un manto de blanca y burbujeante espuma cae sobre su cuerpo arrastrándolo al abismo. Apretado sobre sí mismo, llevándose también todo  indicio de la resistente tela tejida sobre la barandilla. Cual cazador cazado en su propia trampa. 



VOCES  (Mónica de la Cuesta Glez. 14 años)

Las voces en mi cabeza nublan mi razón. Ver lo que nadie cree no es fácil. Me tachan de loca. Los médicos hablan de esquizofrenia. Sé que no es así. Lo que veo y oigo no es real, tampoco fruto de mi imaginación. La voz de mis padres me persigue haciéndome sentir culpable. También debería haber muerto en el accidente que les quitó la vida. Caigo del puente donde ocurrió. La velocidad de la caída me asfixia. Un brutal golpe me arrebata la vida. Por fin nos reuniremos. 


ÁRBOL CAÍDO (Olivia Botas. 15 años)

Un día más salgo a pasear al bosque. Busco en él esa anhelada tranquilidad que me trajo hasta aquí. Me sorprendo ante la majestuosa presencia de un árbol caído. Descansa en el suelo, invadido por pequeñas e insignificantes plantas que lo van enterrando poco a poco, condenándolo al olvido. Y una incómoda sensación invade mi cuerpo al verlo. El miedo a la muerte. El miedo a desaparecer del recuerdo de aquellos que ahora me tienen en su memoria. 

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