miércoles, 23 de septiembre de 2015

UNA REFLEXIÓN Y UN POEMA PARA OTRA CONCENTRACIÓN MÁS CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO. ¿NO PARARÁ NUNCA ESTA BARBARIE?


A pesar del frío y del incómodo viento, una martes más nos hemos convocado en la Plaza Mayor de Astorga para guardar un minuto de silencio por Fuensanta, asesinada la pasada semana por su novio de forma salvaje. Un martes más en que la barbarie se hace presente en nuestra sociedad ante la indiferencia de la inmensa mayoría. 
En esta ocasión pude compartir con las personas presentes mi reflexión al respecto, en parte, mostrada en un poema. Este es el texto completo escrito para tan nefasta ocasión. 
¡Ojalá le sirva a alguien para reflexionar sobre esta realidad! Si conseguimos un efecto cascada tal vez pueda llegar el día en que estas concentraciones no sean necesarias. Lo deseo de todo corazón.

Hace diez años ya que, en León, el movimiento “Lunes sin sol” recuerda, lunes a lunes, a las asesinadas por violencia de género. Unos años después, en Astorga nos unimos a este movimiento de protesta tratando de buscar el día y el momento más idóneo para hacerlo, hasta que, hace algo más de un año, esta cita se trasladó definitivamente a las ocho de la tarde de los martes.
Desde entonces, muy pocas han sido las semanas que – desgraciadamente – nos hemos librado de acudir a esta cita, una cita en la que conseguimos menos respuesta de la que nos gustaría, dada la gravedad de la situación de las mujeres que sufren malos tratos en España, víctimas de la violencia de género.
Desconozco a ciencia cierta las razones para que no se acuda a esta llamada, aunque algunas de ellas puedo intuirlas. Por supuesto que no puedo compartirlas, sino no acudiría a esta cita salvo cuando una fuerza mayor me lo impide.
Pero me sorprendo cuando ante convocatorias como la realizada el pasado miércoles en nuestra ciudad, ante el asesinato de Denise, la peregrina, la respuesta sí que es masiva. Máxime teniendo en cuenta que lo ocurrido, más allá del móvil real que acabó con la muerte de Denise, tiene un transfondo de violencia machista, una violencia más generalizada que la violencia de género puesto que trasciende a la ejercida sobre cualquier mujer por el hecho de serlo, sin necesidad de que exista o haya existido una relación sentimental por medio. Pero ahora no es el momento de entrar a discernir sobre este tema.
Hoy, en este momento, en el que el motivo fundamental es el recordatorio del asesinato de Fuensanta, una mujer de 42 años, que deja huérfanas a dos hijas, perpetrado por su novio a golpes de bate y de cuchillo, quiero compartir con tod@s vosotr@s una reflexión sobre lo que podría sentir una mujer como ella ante lo sucedido. Y quiero hacerlo con el siguiente poema.

CARTA DE UNA MUJER YA OLVIDADA.

He mirado con ojos asombrados a la muerte.
La he visto llegar con un grito atrapado en mi garganta,
sustituyendo a los besos y caricias que un día nos juntaron.
Incrédula,
la he visto llegar sin poder hacer nada ya para evitarla,
mientras se derrumbaba mi cuerpo,
callaban mis labios
y mis ojos se sellaban.
He olvidado mi nombre,
porque también lo han olvidado
quienes pasaban a mi lado,
sin prestar oído a mis angustias,
sin escuchar lo que yo callaba por miedo
y por vergüenza.
He olvidado mi nombre,
porque han sido cientos, miles,
los que he llevado a lo largo de los años.

Pero yo no soy nadie,
solo una mujer más que sufrió en silencio
la tortura de ser maltratada por un hombre.
Una tragedia que había de vivir puertas adentro,
una vergüenza que debía callar
por bien de mí misma y de mis hijos.

Hoy,  que por fin quisiera hablar
y gritar a los cuatro vientos
la injusticia del Estado y de las leyes,
mi voz está ya callada para siempre,
mis vástagos quedaron huérfanos sin remedio,
y mis ojos no pueden llorar más mi desgracia,
porque me pudro bajo tierra,
olvidada para siempre
por la sociedad que mira hacia otro lado, indiferente.

Tal vez mi nombre fue Fuensanta,
Teresa, Susana, RoseMary,
Francisca, Hanane o Tamara.
Tal vez mi nombre pueda llegar a ser
tu propio nombre.
Y tal vez, solo tal vez,
porque sea vergonzante la situación vivida,
porque tengas miedo a ser señalada con el dedo,
porque sientas temor de tus propios sentimientos,
hoy no hagas sentir aquí tu silencio,
ni te atrevas a prestarme tu cuerpo ni un minuto,
para gritar al fin lo que callé tanto tiempo
y  que, hoy, mi tumba o mis cenizas,
callaron sin remedio para siempre. 
Mi nombre  se perderá en el silencio del día a día,
mezclado con los nombres de otros cientos de mujeres
que vivieron su anónima tortura
acrecentada por la indiferencia de las gentes.
Mi nombre es uno más,
pero uno que también encierra una vida y una historia
y que seguirá salpicando de culpa
a esta sociedad que se empeña en mirar hacia otro lado
porque mi desgracia se teje en el día a día de mi casa,
y en el transcurrir de una historia cotidiana.

Y llegados aquí solo te pido: ¡Sé valiente!
Por ti, por mí, por nosotras,
por el futuro de quienes llegarán luego.
Y alza tu voz, y tu silencio,
préstanos por fin tu presencia,
para que nuestro dolor se haga grito
y no quede impune ninguna de nuestras muertes,
esas que no tendrán más que breves líneas
en el relato de la prensa,
esas que olvidarán las vidas que han dejado
marcadas para siempre,
esas que –como cualquier otra muerte –
ya no tendrán nunca remedio.

Este poema lo he escrito para que el recuerdo de Fuensanta, y de tantas otras mujeres anónimas, tampoco se nos vaya nunca de nuestra memoria.  Y que sus muertes no queden impunes y sin servir para nada.

Mercedes G. Rojo.
Astorga, 22 de septiembre de 2015

lunes, 21 de septiembre de 2015

Martes, 22.09.2015. Nueva concentración contra la violencia de género. Porque ellas también tienen el derecho de contar con nuestra repulsa por su asesinato. ¡NO FALLES!

Este martes, Astorga vivirá una nueva repulsa contra la violencia de género que, sistemáticamente,  se mantiene en nuestro olvido. Este verano, esta lacra social tuvo un grave repunte en nuestro país, pero la sociedad sigue mirando hacia otro lado. 
Y Astorga especialmente. Mientras unas pocas personas alzamos nuestra voz por unos minutos en la plaza contra los continuos asesinatos, muchas más permanecen impasibles sentadas en las terrazas que ocupan ese mismo espacio público mirándonos impávidas o, simplemente, ignorándonos; mientras algunas mámás y papás dejan campar a sus retoños libremente interrumpiendo el acto, y saltando por encima de la pancarta mientras guardamos el correspondiente minuto de silencio. 
Sin embargo, estoy segura que muchas de esas personas que ignoran estas reivindicaciones sí estuvieron presentes el pasado miércoles en el homenaje a Denise. 
Yo me pregunto ¿cuál es la diferencia? Fuensanta, Tamara, Hanane, Pilar, Susana, Teresa y tantas mujeres asesinadas por sus parejas y ex-parejas también tienen nombre y una historia detrás. Son mujeres que formaban parte de nuestra sociedad aunque no estuvieran recorriendo ningún Camino. Y también fueron víctimas de la violencia machista, más concretamente por la violencia de género que es aún más sangrante puesto que hay lazos de por medio. 
Hay muchas cosas que cambiar en España. Y ese cambio comienza con nuestro propio cambio de actitud. Esperemos que este sea el momento y que la desgracias de unas sirva para prevenir la de otras muchas que acecha, sin duda, en el día a día. 

MAÑANA DEJA CLARA TU POSICIÓN. ACOMPÁÑANOS. 

jueves, 17 de septiembre de 2015

QUÉ HARÍAS TÚ. Reflexión poética sobre el tema de los refugiados en el progrma radiofónico "El Fascículo Arqueado", de Xavier de Tusalle.


En la tarde noche de ayer, miércoles 16, tuve la suerte de participar en directo, junto a otros tres poetas de León, Nuria Antón, Ana del Río, Eugenio Marcos Oteruelo, en el programa de radio dirigido por Xavier de Tusalle, El Fascículo Arqueado, un programa sobre literatura, arte, música, historia y mucho más...
Fue un especial dedicado a la crisis de los refugiados en el que Xavier decidió debatir con algunos amigos escritores, pensadores y personas comprometidas, sobre el tema. Algunos estaban presentes en el estudio, con otros (como con nosotros) contactó por línea telefónica. 
Los versos y las opiniones pudieron oirse provenientes de distintas ciudades. Fue  un programa para reflexionar desde el punto de vista cultural y humano. Espero que muy pronto podamos escuchar el posr- cat del programa.
Gracias Xavier por haber contado con mi colaboración y a Nuria Antón por haber sido la mediadora de la misma. 

De momento, aprovecho para compartir en este espacio el poema leído. 


QUÉ HARÍAS TÚ.

Mira mi tierra.
Aquella donde se llenan de ruinas pueblos y ciudades,
bajo el ataque continuo de las bombas,
bajo la insistente amenaza de las armas
que siempre dejan sin nada
a quienes menos tienen.
Aquella donde se pierden las cosechas
por el fragor de las batallas,
y nubes negras de miseria y muerte
se ciernen sobre el cielo,
oscureciendo el país que guarda mis raíces.

Mira mi gente.
Mira sus rostros velados por la angustia
de los peligros con que les amenaza la guerra,
por el futuro truncado para siempre allí donde soñaron,
por la soledad…, por el hambre…, la miseria…

Mira sus rostros.
Interpreta los silencios que amontonan en largas colas
hacia un rayo de esperanza,
huyendo de los desastres que su tierra asolan.

Y dime qué harías tú
si te sintieras atrapado en la miseria
de sentir tu vida en peligro a cada instante,
si te robaran tu forma de sentir y de pensar,
si dejaran a tus hijos  sin pan y sin escuela.
Dime qué harías tú
si te forzaran a tomar ese camino
que nunca habrías elegido,
a vivir una vida en contra de tus principios.
Dime qué harías tú
si te sintieras prisionero en tu propia tierra.

TALLER DE ESCRITURA CREATIVA EN CASTRILLO DE LOS POLVAZARES. Sobre la exposición "Tesoros Ocultos". 3º Ejercicio "Foto libre""

Ya llevábamos un buen rato trabajando cuando decidimos poner fin al taller con una última propuesta. Ahora fueron ellas mismas las que seleccionaron la foto con la que pensaban trabajar. las instrucciones eran las mismas. Cinco minutos para crear la historia y una simple cuartilla para trabajar. Ni más ni menos. 
A pesar del cansancio que ya empezaban a acusar, los resultados siguieron siendo muy dignos. y las historias creadas, las siguientes. 
Por la noche, en la jam sesion que los viernes suele improvisarse en el Trechuro, las tres mayores, nos improvisaron también un filandón con sus relatos. Su forma de contar tampoco desmereció de su forma de escribir, y puedo aseguraros que sorprendieron gratamente al público presente. 

Aquí os dejo sus historias con sus correspondientes fotos. 
   

Una estrella de seis puntas. Por Eco. 

FOTO: Carmen Redondo Navarro. 1º premio Categoría B
Seis chicas, seis manos unidas. El verano puede ser muy divertido cuando quieres. No fuimos nosotras las que elegimos el momento en nuestra vida en que nos conoceríamos. Yo conocí a la primera en León, y años después me la encontré, nos hicimos muy amigas. Mónica. Delicada, siempre con una sonrisa. Mi amiga bailarina. Después conocí a otras dos hermanas. Una, la menor, Laura, muy alta e irónica. Siempre se da cuenta de las cosas más remotas. Y Olivia, la mejor, nadie se puede comprar con ella. La loca más locatis. Y las mellizas, Celia y Carmen, iguales pero diferentes. Uní a Moni con Oli y Lau, y jugábamos por el pueblo. Conocimos a Alberto y María, dos hermanos. Después entró Luci, la pervertida del grupo. Milan mi antiguo enemigo y ahora uno de mis amigos. Poco a poco más gente se ha unido a este grupo de aventuras. Y a mitad de verano, de recuerdo, esta foto. Unidas por una misma estrella. Sin  embargo, nos esperan más fotos que contar, porque nuestra mistad va a durar por mucho tiempo. Sí, vamos a escribir muchas historias. 


Puertas abiertas. Puertas cerradas. Por Laura.

FOTO:Olivia Oña Botas . Premio Categoría C
Esas puertas, esas puertas siempre están abiertas para todo el mundo. Dejan que entre quien quiera, pero la
gente entra y no sale porque dentro de esas puertas de ese anciano siempre hay amor y cariño. Hay amabilidad y bondad. Por lo menos hasta el día que se llenaron de odio, de ignorancia y de egoísmo. Todo el mundo salió de allí, corriendo y las puertas se cerraron. Todos nos preguntábamos por qué, pero no hacíamos nada. Hasta que un día yo misma decidí ir a hablar con aquel anciano. Toqué la puerta y le escuché decir:
-    ¡no quiero visitas, vete!
Pero yo insistí y toqué la puerta hasta que me abrió y me contó su historia. Se estaba muriendo. Estaba enfermo. Yo se lo conté a los demás y nosotros le abrimos nuestras puertas dándole cariño y amor para que se recuperase. Él, al final, abrió sus puertas. Pero no duraron mucho abiertas. El anciano cerró los ojos y no los volvió  abrir.


Brujería. Por Oly

FOTO: Sara Gutiérrez. 3º premio Categoría D
Hace frío, me duelen mucho las muñecas por las fuertes ataduras que llevo, miro por la pequeña ventana sellada por barrotes, esperando mi fin.
Cuando llega un hombre alto que me empuja delante de él, salgo de la pequeña cárcel. 
La gente me mira con horror, con odio, me tiran frutas viejas y verdura podridas. 
Me acusan de bruja. Camino hasta llegar a la gran plaza, me atan a un gran crucifijo que hay en el centro, con la intención de que Dios purifique mi alma mediante el fuego, estoy rodeada de paja que arde rápidamente.
Miro a la familia que me cuidó. Están tristes. Anochece. Empiezo a tener calor. Mis ropas empiezan a quemarse y con ellas yo. Grito desesperadamente y, cuando llega mi fin, miro al cielo estrellado y veo que, con mi muerte, está naciendo una estrella.




La puerta. Por Mónica de la Cuesta

FOTO: Mónica de la Cuesta González. 2º premio Categoría B
Paso por una pequeña puertecita que tiene un balcón encima. Es pequeña, pero parece ocultar muchos misterios. Quizá fuera testigo de la dulce historia de amor de unos adolescentes. O de la tragedia de una muerte quizá natural o por un asesinato. Decido inventarme yo su historia. Será la de una familia, sí.  Y tendrá un final feliz. Tendrán una hija adolescente que conocerá  a su amor. Puede que se casen y que se vayan lejos, pero luego volverán con sus familias a este pequeño pueblecillo.
Despierto  y me doy cuenta de que me había quedado dormida imaginando la historia de esta pequeña puerta. Quién sabe lo que podrá haber pasado allí.
Decido hacerle un foto, así cuando me acuerde de esta puerta y mire la foto me acordaré de esta tarde de verano sentada en el poyo de un antiguo pueblecito imaginando historias.

ESPERO SINCERAMENTE QUE HAYÁIS DISFRUTADO. FUE UNA TARDE - NOCHE ESTUPENDA.

martes, 8 de septiembre de 2015

TALLER DE ESCRITURA CREATIVA EN CASTRILLO DE LOS POLVAZARES. Sobre la exposición "Tesoros Ocultos". 2º Ejercicio "Las ruinas""

El segundo ejercicio del  Taller de Escritura Creativa, celebrado el pasado viernes, tuvo también magníficos resultados. Recordamos que dicho día, un pequeño grupo nos dimos cita en el patio de la taberna cultural "El Trechuro" de Castrillo de los Polvazares donde, por cerca de  tres horas, jugamos y nos divertimos con las palabras creando pequeños relatos en torno a diversos estímulos.
Los resultados fueron muy satisfactorios y los voy a ir subiendo al blog poco a poco para disfrute general. Recordar, simplemente, que son ejercicios improvisados, pequeñas historias surgidas en apenas cinco o seis minutos de escritura.  No hay corrección posterior.
Espero que los disfrutéis.

2º Ejercicio individual: "Las ruinas". 


Gonzalo Fernández de Paz. Premio Categoría A. Rllye fotográfico "Tesoros escondidos".

Escrito por Mónica (13 años)


Hace cien años una familia rica, mi familia, manda construir esta casa. Yo, Celia, veo como mis padres discuten con los arquitectos mientras mi hermano Sergio juega en el barro de cualquier rincón.
Me aburro, pero mis padres no quieren que salga de esta pequeña finca, me siguen tratando como si fuera una cría. Ya tengo 16 años. Estoy harta. Salgo corriendo y salto la valla de la finca. Nadie parece darse cuenta de que me voy. Me siento  libre. Corro, salto, bailo. Nadie me detiene. Por primera vez en toda mi vida tengo libertad. Pasan las horas y sigo en el monte. Decido volver. Cundo estoy volviendo empiezo a oler a quemado. Mi sorpresa es que cuando llego  la finca se estaba quemando. Veo a mis padres preocupados, buscándome.
Al llegar, mi madre me abraza llorando y me dice que si no me hubiera ido ahora mismo me estaría quemando. Mis ansias de libertad me habían salvado.


Escrito por Laura (11 años)



Mis amigos y yo estamos paseando por el pueblo. Nos metemos por un callejón y lo primero que vemos es una casa destrozada. No entra la curiosidad y nos ponemos a investigar. Vemos que había sido quemada, pero hace años.
Vamos a preguntarle al más anciano del pueblo. Tiene 98 años y nos dice que cuando él era un bebé recién nacido, hubo una gran tormenta. Había muchas nubes grises y negras, se escuchaban truenos y, muy cerca, caían rayos. La gente estaba asustada y de repente cayó un rayo justo en esa casita, dónde vivía una pequeña familia. Qué suerte que la familia se había ido  a visitar a la madre de la mujer. Después de un rato salió un pequeño rayo de sol que iluminó aquella pequeña casita derruida.
Nos fuimos de su casa y decidimos intentar arreglar aquellas ruinas.

Escrito por Eco (13 años)


Había una vez un joven de diecisiete años. Un joven aburrido, en un pueblo aburrido, con cara aburrida. Se fue a dar un aburrido paseo, con su aburrido bastón y su aburrido perro. Se encontró una aburrida casa en ruinas, con una aburrida puerta. Derrumbó la puerta y encontró paja aburrida. Empezó a llover y el aburrido chico se refugió en esas ruinas aburridas.
De repente, por una aburrida ventana entró una chica con un gato. El chico se dio cuenta y pasó. La chica habló. Empezó a conversar y el chico pensó que esa chica no era tan aburrida, con su no tan aburrido vestido y no tan aburrido gato. Le preguntó aburridamente qué dónde vivía y la chica no aburrida dijo que allí mismo. Los días siguientes no fueron aburridos porque estaba la chica “imposiblemente” aburrida.
Al final, el chico ya no tan aburrido le pidió salir a la chica alegre. Lo que le dijo para declararse fue: “tú haces que este mundo no sea tan aburrido”. 

Escrito por Oly  (14 años)


Espero, sigo esperando a que la luz se apague para poder saciar mi ansia. Tengo mi cuchillo preparado y, por fin, se ha apagado. Me acerco lentamente y entro por la pequeña ventana que está abierta ¿Me esperará? Descarto la idea, camino despacio hacia el cuarto y abro la puerta. La miro, está totalmente dormida, cuando me quiero dar cuenta mi cuchillo ya la está atravesando. Abre mucho los ojos. Espero un grito, una patada, alguna señal de odio hacia mí, pero me desconcierto al ver que me sonríe. Sus ojos expresan alegría a pesar de que se le escapa la vida por la gran herida que tiene en el vientre, cuando por fin muere.
Siento algo que no había sentido antes ¿me siento culpable?

Escrito por Valseco


Llegaron a la aldea cargados de ilusiones. Se abría ante ellos una nueva vida llena de incertidumbres. Pero los anima su juventud y l posibilidad de hacerlo juntos, empujados por el amor que se tenían.
Poco a poco comenzaron a levantar su casa. Con ayuda de todos los vecinos. Y fue creciendo entre piedra y adobe. La primera para lo más noble. El adobe para la zona de labor. La tarea duró varios años. Y fue creciendo al ritmo que lo hacía su familia.
Pero  un día llegó la guerra. Y la patria se llevó a todos los hombres de la casa. Ya hacía más de cien años. Se fueron tres y no volvió ninguno. Desde entonces ella se dejó morir y no permitió que nadie tocase nunca más ninguna de las piedras de la casa. Hasta que ella se fue definitivamente y la casa se arruinó por completo.