viernes, 18 de febrero de 2011

LA NIEVE Y LAS CIGÜEÑAS

 
Volvía en el coche de retorno a casa y, de pronto, las vi. Se erguían majestuosas sobre la incipiente hierba del prado, en una soleada tarde de principios de febrero.Caí en la cuenta de la fecha. Apenas dos o tres días pasaban del día indicado por la tradición popular para el regreso de las cigüeñas a nuestros campos  y campanarios y recordé con una sonrisa esos refranes tantas veces trabajados: 
                                   Por San Blas, la cigüeña verás
                                   y si no la vieres, mal año tuvieres.
O esa otra versión que dice:
                                   Por San Blas, la cigüeña verás
                                   y si no la vieres, año de nieves
que, automáticamente, me llevó a ese otro de : 
                                   Año de nieves, año de bienes
y al hecho de cómo a veces unos refranes se contradicen a otros. 
En cualquier caso, me di cuenta de que - al contrario que el pasado año, que tanta nieve nos regaló hasta bien avanzada la primavera - en lo que iba del presente aún no nos había visitado el blanco manto más que en las cotas más altas.
Sin embargo, apenas pasaron unos días más cuando, aunque de manera breve, nos ha visitado la nieve cuya blancura de merengue rivaliza con el blanco plumaje de las cigüeñas, parcialmente roto por su negra cola que parece vestirlas de gala. 
Recordé también, con una sonrisa entre mis labios, esas leyendas populares que la erigen en símbolo de fidelidad, pues dicen que cuando dos cigüeñas se emparejan lo hacen para siempre y que año tras año vuelven juntas al mismo nido que un día levantaron por primera vez. No entiendo mucho de aves ni otros animales, así que no sé hasta que punto es cierto lo que la tradición popular afirma. Algo debe haber, pues el año pasado escuchaba con sorpresa como el responsable de un zoo del norte de España, aficionado a observar usos y costumbres de los animales que alberga y de los que, de forma libre, como las cigüeñas, se acercan por sus tierras, hablaba de las "veleidades" de una cigüeña hembra que había abandonado a su cigüeño para buscarse en sus mismas narices (sería más bien "en su mismo pico") un nuevo compañero. Fue simpático escuchar las idas y venidas de estos plumados protagonistas como si de un humano trío amoroso se tratara, narración salpicada por episodios que parecían pasar por etapas de celos, de provocaciones y de desdenes. No sé cuanto habría en ello de realidad aunque el narrador en cuestión suele ser bastante serio en sus observaciones. 
Hoy avanzando por la carretera entre nevados campos busco la figura de las cigüeñas sobre los prados cubiertos. Pero parecen refugiadas en los nidos que se ven en algunos árboles y en alguna que otra torreta de luz. Me resulta agradable su presencia que a veces he encontrado invadiendo praderas, como si de un rebaño de cigüeñas "pastando" se tratase. Y me gusta escuchar su "crotorar", ese que siempre nos parece igual, aunque ellas sean capaces de distinguir el de su pareja de entre el resto de todos los que se puedan producir a su alrededor.
Han llegado las cigüeñas, y también la nieve ha hecho su presencia en este mes de febrero. Ahora nos falta averiguar que parte de la tradición popular tiene razón y hasta donde las cigüeñas o las nieves, la nieve o las cigüeñas, son presagio de futuras bonanzas en un año que sigue presidido por la crisis, esa que tantos temores nos causa, esa que tantos utilizan de arma arrojadiza contra el miedo y la tranquilidad de las gentes, manipulándola a su antojo. 
Yo, por si acaso, puesto que ambas han llegado, y a pesar de las posibles contradicciones entre uno y otro, me quedo al mismo tiempo con lo de 
Por San Blas la cigüeña verás
y si no la vieres mal año tuvieres
y con lo de 
Año de nieves, año de bienes, 
a ver si - siguiendo también la tradición - conjuro los malos presagios y atraigo para este año la buena suerte, que buena falta me hace. Eso sí (abusando de nuevo de la tradición oral), A Dios rogando y con el mazo dando, expresión que tantas veces le escuché decir en su día a mi padre, cuando a alguien se nos ocurría decir: "reza por mí que mañana tengo exámen", expresión bastante utilizada en aquellos tiempos.


martes, 15 de febrero de 2011

MANUELA REJAS en la lista de MUJERES IMPRESCINDIBLES del Lyceum Club María Zambrano.

Manuela ya forma parte de la lista de esas cien mujeres imprescindibles con las que el Lyceum Club María Zambrano pretende conmemorar los Cien años del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora (aunque últimamente se haya quedado solo en lo de Mujer). Una estupenda iniciativa que pretende sacar a la luz a tantas de esas mujeres con "pequeñas" grandes historias del día a día, que han ido dejando su impronta en quienes se han ido cruzando en sus caminos, una contribución a esa historia de la vida cotidiana que debería formar parte de nuestra formación permanente como personas. 


Gracias a las mujeres del Lyceum Club por esta hermosa iniciativa que espero tenga todo el éxito que las mujeres nos merecemos, y en la que os invito a participar con vuestras propuestas de mujeres que han dejado huella en vuestra vida. 

viernes, 11 de febrero de 2011

FILANDÓN en Veguellina de Órbigo.

Volvemos al ataque: El próximo día 25 de febrero, acompañada por buenas amigas, celebraremos un nuevo "Filandón" en la Biblioteca "Río Órbigo" de Veguellina de Órbigo. 
Para quienes no hayáis estado nunca os diré que se encuentra en el edificio del Instituto de Secundaria de dicha localidad.
Trataremos de pasar una agradable velada "al amor de las historias". Y para quienes ya nos hayáis escuchado en otras ocasiones, os contaré un secreto: tanto Charo como Manuela y yo, estrenamos nuevas historias. 
Os esperamos para disfrutar junt@s. 

ACTIVIDAD: Filandón
LUGAR: Biblioteca "Río Órbigo" de Veguellina (Edif. IES. Barrio de La Estación)
DÍA: 25 de febrero, viernes
HORA: 20'00 horas.
PARTICIPAN: Charo Acera, Manuela Bodas, Mercedes G. Rojo, Lucía Rubio y Pilar Sánchez.


martes, 8 de febrero de 2011

POEMAS Y RELATOS DE MANUELA REJAS

Desde que la conocí en aquel primer Taller de Memoria que yo impartía en Veguellina de Órbigo, me quedó clara la pasión de Manuela por la lectura y la escritura. Ella engarzaba las palabras con magia, para no olvidar, para contar, para decir... Pronto me dejó conocer algunos de sus textos (aún no había publicado su último libro de relatos "15 historia en carne viva" y de los demás ya no tenía ejemplares). Yo le mostré la revista La Panera, que ya para entonces coordinaba, y me pasó un montón de sus textos con su implícito permiso para ir publicando lo que yo deseara. 
Los relatos principalmente no tuvieron cabida, pues eran demasiado extensos. Pero algunos de sus poemas sí que los fuimos intercalando con las creaciones de otras personas que también colaboraban en la misma.
Los he entresacado para que quienes quieran acercarse a sus escritos puedan hacerlo.
Poemas de Manuela Rejas en La Panera 
Textos de Manuela Rejas publicados en La Panera tras su fallecimiento 

MANUELA REJAS Y CHARO ACERA

Charo Acera ha sido una de esas personas que, como yo, quedaron para siempre prendidas de la magia de Manuela. Charo y yo nos conocimos, también por casualidad, cuando coincidimos en el recorrido Romántico que se celebra en León por las fiestas de San Juan, de la mano de Sarita Valladares. Ambas hablamos de Guzmán el Bueno. Después seguimos en contacto por motivos profesionales y nos hemos ido haciendo amigas, buenas amigas. 
Yo aún no le había hablado de Manuela cuando la conoció, en unos de sus últimos periodos de enfermedad. Y tampoco pudo resistirse a su hechizo. Fue la propia Manuela la que le habló de nuestra amistad, y después Charo me preguntó cómo era que no le había hablado de ella. Quiso saber más. Le pasé cosas. Hablamos. 
Y meses más adelante nos sorprendió juntas el anuncio de su muerte. Charo iba a hacer su presentación en la Semana de la Mujer de Astorga y, casualidades de la vida, en su discurso de presentación había tenido un recuerdo para ella, que sirvió para acompañar el anuncio de su fallecimiento ante un público que la había conocido el año anterior, también en ese mismo marco de la Semana de la Mujer, que quisimos fuera un reconocimiento a toda una vida de esfuerzo, tesón y de logros femeninos.
Con su permiso, me permito incluir las entradas de su blog, en el que podréis encontrar las referencias de Charo hacia Manuela.

ENTRADA HOMENAJE A MANUELA REJAS, en su aniversario

Se acerca el mes de marzo, y pronto hará un año que Manuela, nuestra particular ilusionista de la vida, nos dejó a tod@s cuant@s la conocíamos, un poco huérfan@s. Pero su presencia sigue estando hay para much@s de nosotr@s. Y en recuerdo de la impronta que marcó en nuestras vidas quiero hacerle este pequeño homenaje, para que quienes sientan curiosidad puedan acercarse a conocerla un poco más. 
Con este fin, voy a dedicarle en mi blog una entrada propia, personalizada, en ella incluyo textos míos escritos sobre su persona, pero también sus propios textos, algunos de los cuales publicó en la revista La Panera que he estado coordinando durante tantos años y que a ella tanto le gustaba y tanta ilusión le hacía recibirla. 
Pero no solo. Me gustaría que pudiésemos enriquecerla con las entradas de otros compañeros y compañeras para los que también ha significado algo, aunque le llegue de modo póstumo.  
¿Por qué? Porque Manuela ha sido una de esas tantas mujeres anónimas, ejemplo de superación en todos los terrenos, que puede aportar muchas cosas a quienes venimos detrás. 

sábado, 5 de febrero de 2011

DÍA ESCOLAR DE LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ. Y ESO ¿QUÉ ES?


 Leo los periódicos y veo mucha crispación en la sociedad en la que vivimos. Las revueltas en Egipto clamando por unos derechos que no tienen. El asesinato de mujeres trabajadoras por afán de la codicia. Nuevos casos de violencia machista. Insultos provocados por este periodo preelectoral que vivimos y en el que parece que llevamos inmers@s siglos enteros por lo que ya viene durando. Palabras, gestos, acciones que nos hablan de falta de armonía social, de conflictos más o menos violentos, de incomprensión, de insolidaridad. 
Hace apenas unos días, pasó el Día Escolar contra la Violencia y por la paz. Fue el 30 de enero, domingo. Días antes y días después, los centros escolares trabajaron en favor del diálogo con distintas actividades y propuestas. Pero esta realidad pasó prácticamente desapercibida entre los medios que  informan a la sociedad  de lo que está pasando  "porque el mundo tiene cosas más importantes de las que hablar",  y , claro, casi siempre cosas negativas.  Seguramente, apenas nos enteramos quienes tenemos en casa a una pequeña criaturita en edad escolar. Y, posiblemente, en algunos caso ni eso. 
Pero mi hija habló mucho durante esos días. Y cantó mucho. Y reflexionó mucho. Y después, una vez pasado el día, también preguntó mucho, sobre cosas que aún no habían salido en el proceso previo. Todo ello hizo que mi cabeza trabajase en torno a toda una serie de ideas que bullían en ellas. Y de ahí salieron dos pequeños artículos. El primero tenía que haber salido en la sección de Cartas al Director del Diario de León. Pero una vez más pudieron más los descreditos, las crisis futbolistas y otros temas que solo tratan de echar más leña al fuego de un panorama político claramente electoralista. El segundo sí fue publicado en El Faro Astorgano del día 29 de enero. 
Aquí os los dejo, para que les echéis un vistazo si os apetece y, también si queréis, compartáis conmigo vuestras impresiones.

ESCOLARES: LA VOZ DE LA PAZ Y LA ESPERANZA.
            El día 30 de enero, en multitud de colegios, se conmemora el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. En torno a ese día los patios escolares se llenarán de dibujos de colores, de palomas de la paz, de globos infinitos recordando la multiplicidad de razas que pueblan el mundo y de voces que, cantando y bailando de la mano, más allá de las diferencias individuales, recordarán que un día como ese, de hace 53 años, Mahatma Gandhi, líder nacional y espiritual de la India, el mayor símbolo de la resistencia pacífica de todos los tiempos, murió asesinado a tiros por un integrista hindú. En este día, los centros escolares se convierten en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión, con un mensaje básico: “Amor universal, No-violencia y Paz. El Amor universal es mejor que el egoísmo, la No violencia es mejor que la violencia y la Paz es mejor que la guerra’. Tal vez sea hora de volver nuestras miradas hacia ellos y olvidar por un momento la profunda crispación que parece extenderse día a día en nuestra sociedad, crispación basada en la intransigencia, el egoísmo, la intolerancia, propagadas muy a menudo por la clase política y los medios de comunicación, y que están desembocando en una profunda desesperanza, principalmente entre los sectores más frágiles de la sociedad: las personas mayores y la infancia (juventud). Ghandi dejó un permanente legado a la humanidad: las posibilidades y la fuerza del diálogo, la importancia de escuchar a la otra parte, de consensuar intereses… para solucionar conflictos de todo tipo.  No olvidemos que nuestras hijas, nuestros hijos, son nuestro futuro, el futuro de un mundo al que les hemos traído sin contar con ellos. Y que les estamos dejando una  herencia que están recibiendo YA, en el día a día, a través de las palabras con que envolvemos las horas, el tiempo que les dedicamos, pero también de nuestro ejemplo a la hora de actuar frente al resto de la sociedad. Que esa herencia se convierta, como la de Ghandi, en una herencia de tolerancia, de respeto, de escucha y diálogo, de solución de conflictos por la vía pacífica. Y de esperanza. Porque las cosas cambian, la vida avanza, y ese avance debe ser siempre hacia delante, hacia la convivencia pacífica, hacia la mejora de nuestros derechos, pero también de los de quienes han llegado a formar parte de nuestra sociedad. Y eso no se consigue a golpe de intransigencia. ¡Qué  las voces de nuestra gente menuda se eleven para servirnos de ejemplo y recordárnoslo continuamente! 


ESCUCHEMOS LA VOZ DE NUESTRA INFANCIA.
(30 de enero. Día escolar de la no violencia y la Paz)

            Pronto, muy pronto, en los colegios de toda España y de gran parte del mundo, en torno al día 30 de enero (que este año cae en domingo y por tanto en fecha no lectiva) los patios se llenaran de dibujos de colores, de palomas de la paz, de globos infinitos recordando la multiplicidad de razas que pueblan el mundo y de voces que, cantando y bailando de la mano, más allá de las diferencias individuales, recordarán que un día como ese, de hace ya 53 años, Mahatma Gandhi, líder nacional y espiritual de la India, el mayor símbolo de la resistencia pacífica de todos los tiempos, murió asesinado a tiros por un integrista hindú, viendo truncado con ello tantos sueños de libertad y de avance de una de las naciones más pobladas del mundo, que había depositado en él y sus métodos pacifistas sus esperanzas para mejorar sus condiciones de vida. Y que una vez más, la intransigencia dio al traste con esos sueños de mejora y libertad que ya habían comenzado a dar sus frutos en un país sumamente complejo, mientras su forma de hacer se convertía en todo un ejemplo para el resto del mundo.
            El Día Escolar de la No violencia y la Paz (DENIP) fue declarado por primera vez en 1964. Surgió de una iniciativa pionera, no gubernamental, independiente, y voluntaria de Educación No violenta y Pacificadora del profesor español Llorenç Vidal. Su objetivo es la educación en y para la tolerancia, la solidaridad, la concordia, el respeto a los Derechos Humanos, la no violencia y la paz. En este día, los colegios y centros se convierten en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión, con un mensaje básico: “Amor universal, No-violencia y Paz. El Amor universal es mejor que el egoísmo, la No violencia es mejor que la violencia y la Paz es mejor que la guerra’, tras haber estado trabajando en ello durante una parte importante del curso. El DENIP fue reconocido por el Ministerio de Educación y Ciencia, mediante Orden Ministerial del 29 de noviembre de 1976. Posteriormente sería también refrendado por la ONU,  en 1993, haciendo extensiva esta conmemoración al resto del mundo.
            Las enseñanzas y el ejemplo de Ghandi quedaron ahí, como legado permanente para la humanidad, con posibilidad de ser aplicados en cualquier lugar del mundo. Nos hablan de la fuerza del diálogo, de la importancia de escuchar a la otra parte, de consensuar intereses… Pero muy a menudo, demasiado diría yo, parece que sus esfuerzos cayeron en saco roto. No hace falta mirar muy lejos para observarlo. No es preciso llevar la vista hacia esos países en continuo estado de guerra que llenan horas y horas de la actualidad informativa. Una violenta realidad se nos muestra día a día, desde la intolerancia que a veces se vive también en las aulas, desde la crispación de la clase política que solo mira sus propios intereses en vez de los de aquellas personas que los pusieron en el lugar en que hoy están, desde la tensión de las familias rotas; desde las pantallas televisivas y los micrófonos radiofónicos,  desde los titulares y las líneas periodísticas que resaltan la intolerancia, los gritos, que parecen mostrarnos solo la cara oscura de un mundo donde también hay gente trabajando codo a codo por conseguir que ese mismo mundo mejore. Ante esta realidad, parece que valores como la solidaridad, el diálogo, la capacidad de ayuda, la capacidad de superación no existieran o no tuvieran cabida en nuestras vidas. Vivimos en un permanente estado de crispación que puede convertirse en la mecha de conflictos cada vez más graves. Pero aún hay resquicios de esperanza para cambiar a mejor estas perspectivas tan nefastas. 
            Estos días escucho continuamente tararear a mi hija la canción “Color Esperanza”, la elegida por su colegio para este Día de la paz, una hermosa canción de ilusión por el futuro de la que me voy a permitir la licencia de extraer algunos de los versos que me han parecido más hermosos en relación con el tema que hoy me he decidido a abordar:
“…Saber que se puede, querer que se pueda,
quitarse los miedos,  sacarlos afuera,
pintarse la cara color esperanza,
tentar al futuro con el corazón…”
Porque estoy cansada de ver y escuchar la desesperanza que se está sembrando día a día no solo entre nuestra gente mayor, sino también entre la gente joven, a mucha de la cual miro incrédula sin reconocer en ella la fuerza y la ilusión que un día empujó la nuestra. Eran tiempos muchos más difíciles que ahora y sin embargo tomamos en nuestras manos la fuerza de la palabra, la fuerza del sentido común, la fuerza del razonamiento, que nos hacían movernos a impulsos de la injusticia, aunque esa injusticia no afectara directamente a nuestra persona.
            No lo olvidemos. Recordemos que nuestras hijas, nuestros hijos, son nuestro futuro, el futuro de este mundo al que les hemos traído sin contar con ellos. No recibirán nuestra herencia cuando nos vayamos definitivamente, la están recibiendo ya, en el día a día, a través de las palabras con que envolvemos las horas compartidas, del tiempo que les dedicamos, pero también de nuestro ejemplo a la hora de actuar frente al resto de la sociedad. Que esa herencia se convierta, como la de Ghandi, en una herencia de tolerancia, de respeto, de escucha y diálogo, de solución de conflictos por la vía pacífica. Solamente así llegará un día en el que, como dice la canción tantas veces cantada por José Antonio Labordeta (y seguramente tantas veces coreada por muchos y muchas de nosotros)
“…tod@s / al levantar la vista/ veremos una tierra / que ponga libertad /
herman@ aquí mi mano / será tuya, mi frente/ y tu gesto de siempre /
caerá sin levantar / huracanes de miedo / ante la libertad…”
Una libertad que se nos coarta cada vez que se nos quieren imponer las ideas a golpe de intransigencia, apoyándonos en la débil excusa de la tradición y la historia.
            Porque las cosas cambian, la vida avanza, y ese avance debe ser siempre hacia delante, hacia la tolerancia y la convivencia pacífica, hacia la mejora de nuestros derechos, pero también de los de quienes han llegado a formar parte de nuestra sociedad. Y eso no se consigue a golpe de intransigencia. No lo olvidemos y que las voces de nuestra gente menuda se eleven una vez más para servirnos de ejemplo y recordárnoslo continuamente.
 Texto publicado en el Faro Astorgano del 29 de enero de 2011

Las fotos, tomadas en distintos puntos de nuestra hermosa provincia, pretenden ser un homenaje a la armonía que aún podemos encontrar en nuestro mundo, un canto a la esperanza que tenemos que transmitir a nuestras hijas e hijos.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Revista La Panera

Fue ya por el año 2002 cuando vio la luz este hermoso proyecto de La Panera. Casi de la mano  del  mismo nacimiento de mi hija. Juntas han ido creciendo paso a paso, cambiando su aspecto año a año al tiempo que maduraban. Desde entonces han sido nada menos que 33 números que han ido contando  el pasado, el presente e incluso las esperanzas de futuro de un grupo de personas de una cierta edad  que decidieron darle a la revista un hermoso nombre, un nombre llegado del pasado pero con connotaciones de sabiduría,  de riqueza, de montones de cosas de contar. Entre sus ilusiones primeras, convertirse en una revista un tanto diferente, capaz de ilusionar e interesar a propios y extraños, a mayores y a jóvenes.
Lo hemos conseguido. Así lo demuestra el interés despertado por nuestra revista , incluso más allá de nuestra propia provincia.
Y por fin, como si de una mayoría de edad se tratara,  por fin hemos subido nuestra revista La Panera a un blog (en este caso el mío, como coordinadora que soy de la misma) para que pueda quedar a disposición de quienes quieran ojearla. Era un reto largamente acariciado por su equipo de redacción.
De momento, y a partir de este momento, podréis consultarlas todas en estas páginas. Ya veremos si más adelante conseguimos nuestro propio blog, o incluso una pág. web.  Las he subido todas con efecto retroactivo, ordenándolas de  la más actuales a la más antigua. Después las iré añadiendo una a una, de forma individual según vayan saliendo. También acompaño el listado de índices para que si queréis buscar algo en concreto, os pueda resultar más fácil dar con el artículo o la información que podáis. Espero que las disfrutéis y que encontréis en ellas momentos de entretenimiento, memoria, emoción y sabiduría.
Con todo el cariño del equipo de redacción que estaba deseando compartirlas con cuantos internautas se interesaran por ella.

ÍNDICES Rev. LA PANERA. Nº 0 a nº 32. Años 2002 - 2010.

AÑO 2010
La Panera nº 32
La Panera nº 31
La Panera nº 30
La Panera nº 29
AÑO 2009
La Panera nº 28
La Panera nº 27
La Panera nº 26
La Panera nº 25
AÑO 2008
La Panera nº 24
La Panera nº 23
La Panera nº 22
La Panera nº 21
AÑO 2007
La Panera nº 20
La Panera nº 19
La Panera nº 18
La Panera nº 17
AÑO 2006
La Panera nº 16
La Panera nº 15
La Panera nº 14
La Panera nº 13
AÑO 2005
La Panera nº 12
La Panera nº 11
La Panera nº 10
La Panera nº 9
AÑO 2004
La Panera nº 8
La Panera nº 7
La Panera nº 6
La Panera nº 5
AÑO 2003
La Panera nº 4
La Panera nº 3
La Panera nº 2
La Panera nº 1
AÑO 2002
La Panera nº 0