Desde que el pasado 27 de febrero viera la luz mi primer libro de creación en solitario, "Días impares", parece que los hados se han confabulado para ir sacando a la luz nuevos trabajos literarios míos. Retomar con tanta fuerza esta faceta creativa que me había visto obligada a dejar un poco apartada en los últimos años es sumamente enriquecedor para mí. Y colaborar con gente a la que quiero y admiro lo es aún más. También cuando se acuerdan de mí para que participe de otros proyectos que no son de gente cerana, aunque luego coincida con muchos de ellos.
Y así, en medio de la vorágine que me está llevando con "Días Impares" a un montón de lugares, mis escritos han ido apareciendo en varias publicacions en papel. Concretamente, hoy voy a hablaros de dos de ellas.
La primera es una revista - libro que el Ayuntamiento de León publicó este año con motivo de las Jornadas de Personas Mayores, bajop el título "Estampas de mayores. UN VIAJE POR LA MEMORIA". En dicha publicación comparto letras con Flor Méndez Villagrá, Rafael Saravia, Cristina Flantains, Tomás Sánchez Santiago, Nuria Antón, Manuel martínez González, Ana Cristina Pastrana, Manuela Bodas Puente, José Cobo fdez, Charo de la Fuente, Manuel Cortés Blanco, Marta Múñiz rueda, Ramito Pinto, Sara Otero y Felipe J. Piñeiro.
Mi participación titulada "Dos visiones" está compuesta por los poemas "Arrugas" y "Madre"
La segunda colaboración que ha visto la luz es aún más especial que la anterior, pues se trata de un poema
que forma parte, junto con el de muchos otros, en el primer libro de poemas de un buen amigo, Manuel Ferrero. Era esta una faceta literaria suya que no conocía, más asentado como estaba en el mundo de la narración cuando yo le conocí hace ya algunos años. Ahora nos regala con sus
"Caracolas en el pulso" y no solo eso, sino que ha dedicado casi la mitad del libro a hacernos un huequecito a un montón de amigos y amigas que tiene repartidos por el mundo. Algunso escriben por primera vez, para él. Otros son nombres tan asentados en la literatura como Juan Carlos Mestre, José Luis Puerto, Eloisa Otero, Julia Conejo, Felipe Zapico... Entre todos ellos también yo tengo mi humilde granito de arena en una antología que acompaña su libro bajo el nombre de
"La propina del mar", todo ello ilustrado con unas magníficas ilustraciones, fotografías espectaculares de Ana Mª Loreto.
Mi contribución, el poema "Ofrenda" .
OFRENDA
Te he soñado
bajo la encina centenaria de mi infancia,
subiendo al
cielo en el arcaico columpio
que colgaba de
sus poderosos brazos enramados,
aquel que
alimentó mis sueños infantiles,
aquel que meció
ensoñaciones de inquieta adolescente.
Hubiera
compartido hoy contigo,
bajo la sombra
acogedora de sus ramas,
las historias
encerradas en las nubes
que pasaban
deslizándose sobre ella,
empujadas por
los vientos más crepusculares.
Pero un día
llevaron de mi vida su presencia.
Talaron de mi
infancia su tronco protector, sus ramas
amigas,
dejando en mí
un hondo vacío tan sólo lleno en mi
recuerdo.
En su lugar
apenas un tocón a ras de suelo,
la ausencia del
viento perdidos sus silbos con sus hojas,
el silencio
impuesto al canto de las aves que anidaban entre ellas.
No supe más de
su follaje,
de la vida y
los misterios que su arrugada corteza escondían.
Y hasta el
cielo me pareció entonces más desnudo,
más
desarrapados los jirones de las nubes,
más descarnado
el soplo de los vientos...
Cuando al paso de los años vino tu infancia a
sustituir la mía
volví a aquel lugar
queriendo
ofrecer a tus ojos y a tus juegos
la misma
encina.
Pero de ella ya
sólo puedo entregarte mis recuerdos,
los cuentos
inventados a la sombra de sus hojas,
los poemas
entretejidos con el arrullo de la brisa entre sus ramas
…
Aunque aún la
siento ahí, siempre grande y misteriosa,
mientras
buscamos juntas otro árbol,
otra encina,
que llene tu infancia y tu vida
con la
felicidad y el sosiego que yo sentí bajo la mía.
Mercedes
G. Rojo
Muy pronto verán también la luz textos narrativos y poéticos en tres publicaciones más que ya están anunciadas. Pero eso ya os lo contaré cuando llegue el momento.
A todas aquellas personas que me leéis y/o que me escucháis en los distintos lugares por los que paso, solo puedo agradeceros vuestra atención.
Y a quienes vais más allá, comprometiéndoos a introducir mis textos allá por donde voy, aún más.
GRACIAS POR TODO.
Volveré con más versos y con más relatos.