Hoy mismo me ha llegado a través de uno de mis contactos, un correo electrónico donde se incluía este artículo adjunto. Al leerlo me he sentido plenamente identificada. Reconozco que en no pocas ocasiones ese desencanto también me ha arrastrado a mí. Pero cuando una se para a pensar fríamente que sería de nuestros pueblos, de nuestras ciudades, si todo el mundo se dejase llevar por esa indecisión, para que al final se sienten en el salón de plenos quienes no deseamos y en quienes, desde luego, no confiamos, te asalta el impulso de echar una mano para tratar de impedir que eso ocurra, al menos en el entorno que más nos afecta, el de nuestro propio ayuntamiento, que debería ser como la prolongación de nuestra casa. Por eso me sumo a esa voz que invita a dejar de lado nuestra indecisión, nuestra vacilación para abstenernos poniendo como excusa que somos apolític@s.
Y esa misma idea es la que me ha movido a unirme al equipo del PSOE en Astorga, con Victorina Alonso a la cabeza, para tratar de aportar mi pequeño y humilde grano de arena para conseguir un gobierno municipal estable que luche por la educación y la igualdad como base para un desarrollo social que sin duda ha de ser el pilar indispensable de todo desarrollo económico con aspiraciones de futuro.
Aviso para abstencionistas.
A poco más de veinte días para las elecciones municipales y autonómicas (para las autonomías de vía lenta) y visto el desencanto, por no decir el cabreo, que existe entre el personal votante que amenaza con abstenerse y que dice que pasa de la política y de los políticos, traigo aquí un texto de Bertolt Brecht (1898-1956) que puede ser un magnifico antídoto contra indecisos, vacilantes, apolíticos y absentistas.
"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales".
Artículo de opinión extraído del blog “cazurro ilustrado”