Manuela Rejas fue para mí una de esas personas que llegan a tu vida por casualidad y terminan por quedarse para siempre. Así, por casualidad fue como la conocí, y así por casualidad fue como nos hicimos amigas y empezamos a hacer cosas juntas de vez en cuando, muy de vez en cuando. La sensación que me produjo fue tal que quise que otras mujeres con las que trabajaba la conocieran. Me parecía que desde la dureza de su vida, pero también desde su arrojo y su valor, tenía mucho que decir y que aportar.
Hablar con ella siempre me daba empuje para seguir adelante en mis empeños, y me descubría cosas que intuía formaban parte de nuestra historia pero que nadie me había contado de primera mano. Como ella lo hizo. Ya no eran sucesos que podían estar más o menos novelados, eran la vida misma, contada en primera persona por alguien, una mujer, que los había sufrido en carne propia. Quise descubrirla a otras personas. algunas, personas que se quejan a todas horas de una vida que no siempre la ha tratado mal. Y como Manuela le había echado arrojo a la vida refugiándose en la escritura, escribí una semblanza sobre "el poder creativo de la edad" para la revista La Panera, una revista hecha por mayores (no todos) pero no solo para mayores. Y así surgió el artículo "Manuela Rejas: una ilusionista de la vida".
Más tarde, conseguí que la Concejala de Mujer y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Astorga, se interesase por ella, y al hilo de la presentación del cortometraje "Violeta y el baúl americano", basado en su propia vida preparamos una primera presentación oficial en el marco de la Semana de la Mujer del 2009.
Estábamos preparándole un merecido homenaje en el marco que ella más amaba (aparte de la literatura) , el de la magia, que había sido uno de los mayores alicientes de su vida, además de su profesión, cuando se nos fue un triste día de marzo.
Me di cuenta entonces de que aún había muchas personas por descubrirla, que podían ver en ella un ejemplo de superación y arrojo, y que darla a conocer era importante en el proceso de visibilización de las mujeres y de sus logros que hacía tiempo había comenzado. Así que me puse en contacto con el director de la revista "Filandón" que se edita los domingos en el Diario de León y le propuse el artículo. Era el último homenaje que podía rendirle a una amiga que en el poco tiempo que pude disfrutarla me aportó tantas cosas. Y a una mujer que representaba el arrojo de tantas otras que, en tiempos tan difíciles de nuestra historia, supieron salir adelante y sentar - tal vez sin ellas saberlo - unas bases en pos de la igualdad de las que ahora estamos aquí , luchando por unos ideales largamente perseguidos.
Y, por fin, tras varios meses de espera, ha salido a la luz el reportaje que quise dedicarle a Manuela, nuestra Manuela Rejas. Vio la luz el cinco de diciembre, y me pilló fuera de estas tierras, por lo que supe de su publicación a través del comentario de una amiga común.
Os ofrezco ahora el enlace para acceder al mismo, y recordarla o conocerla un poquito a través de él. Es la edición digital, así que va sin fotos. Espero poder ofreceroslo pronto con las mismas.
Manuela Rejas. Diario de León. Rev. Filandón. 05/12/2010
Más tarde, conseguí que la Concejala de Mujer y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Astorga, se interesase por ella, y al hilo de la presentación del cortometraje "Violeta y el baúl americano", basado en su propia vida preparamos una primera presentación oficial en el marco de la Semana de la Mujer del 2009.
Estábamos preparándole un merecido homenaje en el marco que ella más amaba (aparte de la literatura) , el de la magia, que había sido uno de los mayores alicientes de su vida, además de su profesión, cuando se nos fue un triste día de marzo.
Me di cuenta entonces de que aún había muchas personas por descubrirla, que podían ver en ella un ejemplo de superación y arrojo, y que darla a conocer era importante en el proceso de visibilización de las mujeres y de sus logros que hacía tiempo había comenzado. Así que me puse en contacto con el director de la revista "Filandón" que se edita los domingos en el Diario de León y le propuse el artículo. Era el último homenaje que podía rendirle a una amiga que en el poco tiempo que pude disfrutarla me aportó tantas cosas. Y a una mujer que representaba el arrojo de tantas otras que, en tiempos tan difíciles de nuestra historia, supieron salir adelante y sentar - tal vez sin ellas saberlo - unas bases en pos de la igualdad de las que ahora estamos aquí , luchando por unos ideales largamente perseguidos.
Y, por fin, tras varios meses de espera, ha salido a la luz el reportaje que quise dedicarle a Manuela, nuestra Manuela Rejas. Vio la luz el cinco de diciembre, y me pilló fuera de estas tierras, por lo que supe de su publicación a través del comentario de una amiga común.
Os ofrezco ahora el enlace para acceder al mismo, y recordarla o conocerla un poquito a través de él. Es la edición digital, así que va sin fotos. Espero poder ofreceroslo pronto con las mismas.
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