Hace poco más de un año Veguellina de Órbigo acogía una magnífica exposición fotográfica de Julio A. G. Moro,
en torno al pasado de la minería. Fue a finales de mayo, y a partir de ahí continuaría periplo por varios puntos de la provincia. Las
fotografías están hechas en uno de los enclaves más conocidos de nuestra cuenca
minera y nos dan una visión desoladora de nuestro pasado, a la vez que
parecen empujarnos hacia un futuro en el que esos vestigios de la historia
se conviertan en un elemento de futuro.
Yo no conocía personalmente al autor aunque, a partir de una amiga común, tuve la suerte de que contara conmigo para ponerle palabras, concretamente una historia, a una de las fotografías que iban a participar en la muestra, pero finalmente me encantó hablar con él y conocer las inquietudes que por esta tierra le mueven.
Confieso que la elección de la imagen no fue fácil pues, dentro de su dureza, todas cuentan ¡tantas cosas! Finalmente me decidí por una de ellas que me inspiró el relato que titulé "Pasado en ruinas". Es increíble la cantidad de sentimientos, de emociones, de creación que una buena imagen como las de Julio son capaces de inspirarnos. Tuve
la suerte de compartir textos con algunos amigos y amigas como Manuela Bodas, Rafa Saravia, Manuel Cuenya o Antonio Merayo. En aquel momento había otros más que no
conocía personalmente, aunque el círculo se ha ido haciendo cada vez más grande.
Y aunque las fotografías de Julio A. G. Moro hablan por sí mismas y no necesitan de más afeites para provocarnos por dentro, reconozco que la aportación literaria le proporcionó a la exposición
de Julio una dimensión totalmente diferente.
AHORA tenemos la suerte de poder disfrutarla en León, sin necesidad de salir de la ciudad, gracias a la iniciativa de Fran Kanya, así que no tenéis disculpa alguna para no acercaros. De momento os esperamos este jueves día 8 en que se celebrará la inauguración oficial, a las 20'30 horas. Allí estará Julio A. G. Moro, el único responsable imprescindible de este proyecto, Fran Kanya que le ha abierto sus puertas para que podamos tenerla un poco más cerca y algunos/as de los/las autores/as que hemos colaborado y que leeremos allí nuestros textos.
Mientras tanto os dejo un fragmento del mío para abrir boca.
PASADO EN RUINAS.
Era apenas un
niño cuando abandonó aquel complejo en el que su madre le trajo a la vida. Una
vida dura que su padre se ganaba a golpe de pico de minero.
Antonio tenía
un buen sueldo. No eran pues de los que peor estaban, ya que, además del
jornal, la empresa le facilitaba una casa digna en la que vivir. Sin lujos,
pero digna al fin y al cabo. Claro que nada podía compensar la dureza del
trabajo que quizá era el culpable del rudo carácter del padre.
Lo recuerda
sentado en aquel viejo sillón de orejas, derrumbado ante el mundo con su camisa
negra y una actitud machista y bronca con su madre. A ella la recuerda con un
aspecto servil, incapaz de levantar orgullosa la mirada frente a él ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario