Quienes
me conocen ya saben que me gusta ir poniendo retos a las personas que a
mi alrededor demuestran tener determinadas capacidades creativas. A
poco que me sigais sabréis también que el pasado verano organicé en
Castrillo de los Polvazares un Taller de escritura creativa con gente
muy joven y que ya en aquel momento apunté que había algunas personas
entre ellas que prometían.
Pues bien, reté a un par de ellas a participar en algún que otro concurso, por estimular su capacidad creativa, por ver hasta dónde daban de sí y los resultados no se han hecho esperar.
Las
tres hemos participado en el V Concurso de microrrelatos de temática
libre "Pluma, tinta y papel", organizado por Diversidad Literaria y las
tres hemos visto seleccionados nuestros textos que se incluyen en el
libro del mismo titulo. Comparto con todos vosotros los textos de las
tres. Así podréis comprobar si tengo razón o no. Desde luego ellas
tienen más mérito que yo, pues Olivia tiene 15 años y Mónica 14. Y han
sido seleccionadas entre los más de dos mil relatos provenientes
diferentes países.Pues bien, reté a un par de ellas a participar en algún que otro concurso, por estimular su capacidad creativa, por ver hasta dónde daban de sí y los resultados no se han hecho esperar.
Es el segundo libro para el que han visto elegidos sus textos. En otro momento compartiré los otros microrrelatos.
Me siento orgullosa de ellas.
EL COLUMPIO (Mercedes
G. Rojo)
Se balancea
una y otra vez, sin miedo al vacío, desafiando las fuertes rachas de viento que
intentan desestabilizar el fino hilo del que pende su columpio. Hasta que
el mar encabritado lanza contra ella su más fiera embestida. Entonces, un manto
de blanca y burbujeante espuma cae sobre su cuerpo arrastrándolo al abismo.
Apretado sobre sí mismo, llevándose también todo indicio de la resistente
tela tejida sobre la barandilla. Cual cazador cazado en su propia trampa.
VOCES (Mónica
de la Cuesta Glez. 14 años)
Las voces
en mi cabeza nublan mi razón. Ver lo que nadie cree no es fácil. Me tachan de
loca. Los médicos hablan de esquizofrenia. Sé que no es así. Lo que veo y oigo
no es real, tampoco fruto de mi imaginación. La voz de mis padres me persigue
haciéndome sentir culpable. También debería haber muerto en el accidente que
les quitó la vida. Caigo del puente donde ocurrió. La velocidad de la caída me
asfixia. Un brutal golpe me arrebata la vida. Por fin nos reuniremos.
ÁRBOL CAÍDO (Olivia
Botas. 15 años)
Un día más
salgo a pasear al bosque. Busco en él esa anhelada tranquilidad que me trajo
hasta aquí. Me sorprendo ante la majestuosa presencia de un árbol caído.
Descansa en el suelo, invadido por pequeñas e insignificantes plantas que lo
van enterrando poco a poco, condenándolo al olvido. Y una incómoda sensación
invade mi cuerpo al verlo. El miedo a la muerte. El miedo a desaparecer del
recuerdo de aquellos que ahora me tienen en su memoria.
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