martes, 20 de diciembre de 2016

DÍAS IMPARES VIAJÓ A MADRID EN COMPAÑÍA DE LA LEYENDA DEL GATO MARAGATO Y VAMOS JUNTOS A JUGAR. Un encuentro diferente y enriquecedor.



Viajar a Madrid siempre es para mí pensar en un destino complicado, ajeno y agotador. Pero hacerlo en las circunstancias que sucedieron el pasado 14 de diciembre, en una jornada doble para hablar de mis libros y compartir experiencias en dos lugares tan diferentes, merecen todos los esfuerzos por cansada que vuelvas a casa. 
Y es que esta doble cita, de la que Bettina Caparrós fue responsable en su versión matutina,  me resultó sumamente enriquecedora en todos los sentidos y me dejó la satisfacción del trabajo compartido y comprendido por las personas que me acompañaron  por un lado y la de reencontrarme con buenos y grandes amigos por otro. la complicación de las fechas impidieron que pudieran estar otras cuantas  a quienes les hubiera gustado acompañarme y a quienes me quedé con ganas de ver de nuevo. 
No importa. Su espíritu y sus ánimos sí que me acompañaron y sé que habrá nuevas ocasiones de lograrlo. 

JORNADA MATUTINA: Encuentros creativos en torno a Días impares.

El encuentro respondía a un formato nada habitual porque nada habituales eran ni el horario ni el lugar ni siquiera el formato que le dimos al mismo.  
Organizado por una buena amiga, la gestora y comisaria de arte Isabel Bettina Caparrós, acudimos a un lugar muy especial en la Alameda de Osuna, un barrio lleno de vida y con mucha gente joven. Se trata de el Alma - Zen, una tienda de segunda mano regentada por la empresaria Cus Millán que ha apostado por una fórmula diferente de comercio basada en toda una  alternativa de vida y en la que además de ropa, complementos y calzado, se propician encuentros culturales y otras propuestas  de interés. 
Allí nos reunimos un reducido pero activo grupo de personas con el que compartí la experiencia creativa de cada uno de mis libros, las implicaciones de cada uno de los proyectos y su trascendencia en los distintos sectores de la sociedad implicados en los mismos, bien como público lector, bien como público actor de las diferentes acciones relacionadas con ellos, antes, durante o después de la propia edición de los libros, en un prolongado coloquio  que nos entretuvo  por más de dos horas, compartiendo experiencias sobre Vamos juntos a jugar y La leyenda del gato maragato, y lecturas de Días impares y los sentimientos que dichos textos provocan. De esas experiencias que a una la hacen crecer como escritora y como persona. 
Allí quedaron, para quienes no pudieron acompañarnos a última hora y para quienes pudieran tener interés en ello, algunos ejemplares de cada uno de los libros, acompañados de algunos objetos de creación propia de mi Universo Val M, que pueden convertirse en un buen regalo navideño durante las próximas fechas.

ALGUNOS MOMENTOS DEL ENCUENTRO EN EL ALMA-ZEN, DE LA ALAMEDA DE OSUNA. 





Y al mediodía día  animada comida mientras preparábamos nuevos proyectos de los que espero que muy pronto podamos daros noticias. Y un cafecito previo para reencontrarme con Marifé, con Violeta y con María y Antonio, responsables de un precioso proyecto llevado a cabo desde la Fundación Colores de Calcuta, de la que algún espero hablaros con más calma.

JORNADA VESPERTINA. Presentación recital  de Días impares en la Casa del Lector

La sesión de la tarde fue algo muy diferente. En el aula 6  de la Casa del Lector, en el complejo Matadero de Madrid, en las inmediaciones de la Plaza Legazpi tuvo lugar este segundo encuentro, conformado a modo de presentación, recital, encuentro con la autora, exclusivamente en torno a mi libro Días impares. Como no podía ser de otra manera, me acompañaba mi editor, Xavier de Tusalle, a quien debo el agradecimiento de haber creído en mis textos por los que apostó desde el principio hasta conseguir dar forma a esta colección de textos poéticos presentados en dos formas diferentes: el verso y una forma (que no fondo) más próxima a la prosa. Así lo reconocieron Marifé Santiago Bolaños en una introducción que me emocionó antes de dar paso a la lectura del prólogo con el que me acompaña en esta aventura. Y Violeta Medina, utilizando para ello parte de una conversación acerca de la poética de los distintos tipos de texto mantenida con Eduardo Galeano, con el que trabajó largo tiempo. Después, ella y yo completaríamos un diálogo en torno a poemas y relatos con los que desde ambas voces fuimos completando la velada, antes de finalizar ésta con la intervención musical de Ingrid Da  que acompañada a la armónica por Xavier de Tusalle (ambos forman, además, el grupo musical Palabras Inusuales) me dedicó "Mujer", canción de autoría propia escrita como denuncia de la violencia de género existente en nuestra sociedad. Tema muy oportuno si tenemos en cuenta el tema de algunos de los textos contenidos en Días impares. Y al coloquio, lo que algún compañero como Javier Cartago, le ha traído una segunda lectura del libro. y es que los libros cuando llegan a vuestras manos, lectores/as, dejan de ser de quienes los hemos escrito para convertirse en vuestras propias criaturas. 

ALGUNOS MOMENTOS DEL ENCUENTRO EN MATADERO. CASA DEL LECTOR. 




 Lo dicho. Fue una larga y agotadora jornada que me devolvió a casa después de más de cuatro horas de viaje en tren (nada que ver con las dos horas y media escasas de la mañana), con tiempo suficiente para ir asimilando tantos momentos compartidos, tanta amistad y tan bellas palabras dedicadas a mi trabajo que sé que no fueron mera cortesía, porque esas cosas se notan. 

Así que gracias a todas y cada una de las personas que ese miércoles hicisteis que mi estancia en Madrid, de una forma u otra,  fuese una experiencia única e irrepetible. Gracias por acudir. Gracias por estar.   

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