Viajar a Madrid siempre es para mí pensar en un destino complicado, ajeno y agotador. Pero hacerlo en las circunstancias que sucedieron el pasado 14 de diciembre, en una jornada doble para hablar de mis libros y compartir experiencias en dos lugares tan diferentes, merecen todos los esfuerzos por cansada que vuelvas a casa.
Y es que
esta doble cita, de la que Bettina Caparrós fue responsable en su versión
matutina, me resultó sumamente enriquecedora en todos los sentidos y me
dejó la satisfacción del trabajo compartido y comprendido por las personas que
me acompañaron por un lado y la de reencontrarme con buenos y grandes
amigos por otro. la complicación de las fechas impidieron que pudieran estar
otras cuantas a quienes les hubiera gustado acompañarme y a quienes me
quedé con ganas de ver de nuevo.
No importa.
Su espíritu y sus ánimos sí que me acompañaron y sé que habrá nuevas ocasiones
de lograrlo.
JORNADA
MATUTINA: Encuentros creativos en torno a Días impares.
El encuentro respondía a un formato nada habitual porque nada habituales
eran ni el horario ni el lugar ni siquiera el formato que le dimos al mismo.
Organizado por una buena amiga, la gestora y comisaria de arte Isabel
Bettina Caparrós, acudimos a un lugar muy especial en la Alameda de Osuna, un
barrio lleno de vida y con mucha gente joven. Se trata de el Alma - Zen, una
tienda de segunda mano regentada por la empresaria Cus Millán que ha apostado
por una fórmula diferente de comercio basada en toda una alternativa de
vida y en la que además de ropa, complementos y calzado, se propician
encuentros culturales y otras propuestas de interés.
Allí nos reunimos un reducido pero activo grupo de personas con el que
compartí la experiencia creativa de cada uno de mis libros, las implicaciones
de cada uno de los proyectos y su trascendencia en los distintos sectores de la
sociedad implicados en los mismos, bien como público lector, bien como público
actor de las diferentes acciones relacionadas con ellos, antes, durante o
después de la propia edición de los libros, en un prolongado coloquio que
nos entretuvo por más de dos horas, compartiendo experiencias sobre Vamos
juntos a jugar y La leyenda del gato maragato, y lecturas
de Días impares y los sentimientos que dichos textos provocan. De
esas experiencias que a una la hacen crecer como escritora y como
persona.
Allí quedaron, para quienes no pudieron acompañarnos a última hora y
para quienes pudieran tener interés en ello, algunos ejemplares de cada uno de
los libros, acompañados de algunos objetos de creación propia de mi Universo
Val M, que pueden convertirse en un buen regalo navideño durante las próximas
fechas.
ALGUNOS
MOMENTOS DEL ENCUENTRO EN EL ALMA-ZEN, DE LA ALAMEDA DE OSUNA.
Y al mediodía día animada comida
mientras preparábamos nuevos proyectos de los que espero que muy pronto podamos
daros noticias. Y un cafecito previo para reencontrarme con Marifé, con Violeta
y con María y Antonio, responsables de un precioso proyecto llevado a cabo
desde la Fundación Colores de Calcuta, de la que algún espero hablaros con más
calma.
JORNADA VESPERTINA. Presentación recital de Días
impares en la Casa del Lector.
La sesión de la tarde fue algo muy diferente. En el aula 6 de la
Casa del Lector, en el complejo Matadero de Madrid, en las inmediaciones de la
Plaza Legazpi tuvo lugar este segundo encuentro, conformado a modo de
presentación, recital, encuentro con la autora, exclusivamente en torno a mi
libro Días impares. Como no podía ser de otra manera, me acompañaba mi editor,
Xavier de Tusalle, a quien debo el agradecimiento de haber creído en mis textos
por los que apostó desde el principio hasta conseguir dar forma a esta
colección de textos poéticos presentados en dos formas diferentes: el verso y
una forma (que no fondo) más próxima a la prosa. Así lo reconocieron Marifé
Santiago Bolaños en una introducción que me emocionó antes de dar paso a la
lectura del prólogo con el que me acompaña en esta aventura. Y Violeta Medina,
utilizando para ello parte de una conversación acerca de la poética de los
distintos tipos de texto mantenida con Eduardo Galeano, con el que trabajó
largo tiempo. Después, ella y yo completaríamos un diálogo en torno a poemas y
relatos con los que desde ambas voces fuimos completando la velada, antes de
finalizar ésta con la intervención musical de Ingrid Da que acompañada a
la armónica por Xavier de Tusalle (ambos forman, además, el grupo musical Palabras
Inusuales) me dedicó "Mujer", canción de autoría propia escrita como
denuncia de la violencia de género existente en nuestra sociedad. Tema muy
oportuno si tenemos en cuenta el tema de algunos de los textos contenidos en
Días impares. Y al coloquio, lo que algún compañero como Javier Cartago, le ha traído
una segunda lectura del libro. y es que los libros cuando llegan a vuestras
manos, lectores/as, dejan de ser de quienes los hemos escrito para convertirse
en vuestras propias criaturas.
ALGUNOS MOMENTOS DEL ENCUENTRO EN MATADERO. CASA DEL
LECTOR.
Lo
dicho. Fue una larga y agotadora jornada que me devolvió a casa después de más
de cuatro horas de viaje en tren (nada que ver con las dos horas y media
escasas de la mañana), con tiempo suficiente para ir asimilando tantos momentos
compartidos, tanta amistad y tan bellas palabras dedicadas a mi trabajo que sé
que no fueron mera cortesía, porque esas cosas se notan.
Así que
gracias a todas y cada una de las personas que ese miércoles hicisteis que mi
estancia en Madrid, de una forma u otra, fuese una experiencia única e
irrepetible. Gracias por acudir. Gracias por estar.
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