Hace unos años comencé junto a Antonio Conejero, estupendo acuarelista, un proyecto muy bonito. Se trataba de poner palabras a las láminas que él pintaba. Fue un experimento que tuvo muy buena acogida, e hicimos varias ediciones.
Gustó mucho, pero después mi trabajo en la concejalía apenas me dejó tiempo para dedicarme a una experiencia que me gustó mucho y de la que disfruté.
De vez en cuando la gente me pregunta por esos poemas, así que ahora que he recuperado parte de mi tiempo voy a tratar de recuperar para todas esas personas, día a día, esos versos. Eso sí, acompañados de la acuarela de Antonio a la que un día estuvieron vinculados.
Espero que disfrutéis con la propuesta. A mí, sin duda, me ayudará a limpiarme de las toxinas que estos últimos meses han ido acumulando en mi mente.
Sea, pues, un ejercicio sanador a través del cual me reencuentre con la belleza del paisaje y del arte de Antonio.
VELERO
Junto al
horizonte
azotan las olas el casco del velero,
y blancas velas
mecidas por la brisa
atrapan la
mirada.
Junto al
horizonte
se enredan en
las jarcias los sueños de los niños
marcando en la aventura
su destino.
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