Leo, en estas primeras noches de septiembre en que no es nada habitual que el verano se resista tanto a irse, "Tregua", el tan esperado libro de poemas de Javier Cartago.
Me enfrento a él sin pasar siquiera por el prólogo, con la pretensión de que nada contamine la lectura de tan codiciados versos, pues he sido testigo directo del largo proceso de edición en que el poeta se ha debatido, prolongándonos cada vez un poco más la espera, mientras buscaba lo más cierto de sí mismo, la palabra más precisa, los versos más sentidos.
Y así, el libro que ahora nos llega invadido por el alma poética de Javier es una TREGUA en el proceso existencial y creativo de su propio "yo", un respiro en su continua búsqueda de la poesía que hurga constantemente en su alma y en lo que a ella le rodea.
Del "yo" a "los otros" y de "los otros" al "yo". De lo íntimo y lo social. Así me sumerjo en este espacio creador en el que el poeta detiene por un momento su pensamiento, para compartirlo con nosotros, como si, efectivamente, de una "tregua" en su constante búsqueda se tratara, para continuar sin duda en nuevos poemas, en otros textos que tal vez pronto vean la luz, o no, en sucesivas treguas de la continua lucha en la que se debate, siempre en busca de sí mismo, siempre en busca de aquello que es capaz de mover el mundo para mejorarlo, completando la propia esencia del ser humano - entre lo individual y lo social - al igual que lo hacen con los versos de Javier Cartago las imágenes aportadas por la mano creadora de Juan Carlos Mestre.
Curiosa la forma de enredar sus poemas en el libro, engarzándolos en tres partes señaladas por tres de los infinitivos más potentes en lo que a la esencia del ser humano se refiere: VIVIR, PENSAR, AMAR. Así, en mayúscula, dejándose preceder por las correspondientes "Tregua de vida", "Tregua de pensamiento", "Tregua de amor", manifestadas en versos que abren el camino de estas páginas con unas "Noticias de tregua" que, ya para comenzar, nos atrapan entre la vida, el pensamiento y el amor por los que iremos caminando poema a poema, de la mano del poeta, para descubrir en cada uno de ellos su profunda implicación con cada uno de esos aspectos de la vida.
La poesía de Javier Cartago, en este libro que por fin nos regala, nos habla de búsquedas y de encuentros; de emociones, de sentimientos; de vidas y de reflexiones... De poesía, en fin, en estado puro. Un libro sobre el que volver en momentos distintos, para sentir como nos invade el pensamiento, ese que nos hace preguntas buscando continuamente las respuestas.
Y es que "Tregua", editado por LápizCero ediciones, es un regalo para los sentidos. El regalo de su autor, Javier Cartago, que solo muy de vez en cuando nos sorprende con algunos de sus versos en ese Café de versos que con tanto mimo nos deleita cada mañana en las redes, o en los diversos encuentros literarios, como el Ágora de la poesía de este León nuestro, en los que también, y de tanto en tanto, participa.
Ahora solo nos queda esperar que muy pronto tengamos la oportunidad de disfrutar de su presentación oficil en esta tierra leonesa que él tanto ama y a la que acude siempre que puede a compartir inquietudes poéticas y literarias. Habrá que estar atentos a que tal momento llegue.
Y mientras tanto, y para abrir boca, con permiso del autor, os dejo unos versos incompletos de uno de mis poemas preferidos de este libro, Cristales de hielo.
La monotonía es blanca
uniforme,
mansa,
la mirada se agota.
Todos los colores que trajo el otoño
se borraron,
toda la luz se emborracha en blanco
en todos los rincones el frío habita.
Mansamente,
muy silenciosos,
caen los copos.
...................
(Del poemario "Tregua", de Javier Cartago)
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