Ilustración de N. Cadierno para el relato |
Este relato de mi autoría ha sido la quinta entrega de la sección literaria que el diario digital Astorga Redacción ha pensado para los fines de semana veraniegos bajo el genérico título de "Relatos de la fresquera". Los responsables de la sección lo definieron como "una historia de superación de una mujer por Mercedes G. Rojo". Es una forma de interpretar la historia. Y es que, como vengo diciendo a menudo en los encuentros mantenidos en torno a "Días impares" muchas veces las historias encuentran más significados que aquel con que inicialmente ha sido escrito. Y esto suele suceder cuando quien lo lee hace suya la historia.
La escultura de Charo Acera |
Aunque voy a confesaros algo. el día que Charo Acera, encargada de leer las historias sobre su escultura que llegaban a sus manos, se enfrentó a la mía rápidamente adivinó quien estaba detrás de su autoría a pesar
del anonimato con que le llegaban. Y puedo asegurar que fue cierto porque me lo confesó antes de hacer pública su elección. ¿Qué por qué lo supo? Habrá que preguntárselo a ella misma.
Para esta ocasión desde Astorga Redacción se ha pensado en la artista astorgana Nuria Cadierno para ilustrar, con esa visión tan personal que ella tiene, todos los relatos de esta sección, también el mío. Gracias Nuria.
Y por supuesto a Bruno Marcos y Eloy Rubio que han estado detrás de la selección de escritores y escritoras que hemos participado en esta sección.
Y ahora os dejo aquí el enlace para quienes no lo habéis leído aún, por si os apetece hacerlo.
POR OTRO LADO, estos últimos meses han sido muy prolijos en creación literaria para mí y, aparte del recorrido con " Días Impares" y esos escarceos que ya he ido comentando, varios de mis microrrelatos y algunos poemas están viendo la luz en diferentes publicaciones antológicas que ya están en el mercado. Aquí os dejo nuevos textos (en esta ocasión va de poesía) que aparecen en sendas publicaciones nuevas, por si os apetece leerlos.
PRESENCIA LUNAR
Sentiré tu
presencia en el silencio del ocaso
que acaricia las
agujas de los pinos,
cuando el último
rayo del sol tiembla sobre el agua,
cuando el último canto de los pájaros
se pierde en el
silencio de la noche,
cuando tiemblan
las estrellas
entre los brazos
quejumbrosos de la luna.
Sentiré tu
presencia en cada hora, a cada paso...
Cuando el sol me
acaricie o me contemple la luna…
… sentiré tu presencia.
CUANDO LAS HORAS
DUERMEN
Cuando las horas
duermen, te busco anhelante.
Cuando el viento
gime llorando en el silencio
y tiembla lejana
la estrella de la noche.
Cuando las horas
duermen...
te busco
anhelante en medio del miedo,
entre los
sueños...
Cuando las horas
duermen invadidas por la luna,
quietas y mudas
en su sopor lejano...
Cuando las horas duermen...
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